DONDE ESTA?

TRAPEROS VS. HUMEANTES?


Recalando con José Fiorito

Nuestro querido amigo que ahora navega en mejores aguas


José Pepe Fiorito es un sibarita. Un hombre que ha hecho del placer, un arte. Viajero incansable, sencillo y reservado, más dispuesto a escuchar que a hablar, a convidar que a pedir, pocos somos los que conocemos que ha recorrido a vela o a motor muchos de los mares y ríos más bellos y deseados del mundo. En su nave siempre se puede tomar una copita del más exquisito ron servido por la mano atenta y cálida de este navegante que está esperando la llegada de los amigos para abrir “esa” botella. Pepe es el hombre que nos puede enseñar algo del arte de viajar, del arte de navegar, del arte de compartir. Pepe es el hombre que nos puede enseñar algo del arte de vivir.


La Recalada: Pepe, vos has navegado a vela por el río y por el mar, crucereando y en regata, y has navegado en barcos de motor. Cómo conciliás los trapos y el humo en esta actividad en la que esos estilos se enfrentan como en un clásico Boca-River?

Pepe Fiorito: El velero es una cosa y el crucero es otra y se adaptan a distintos ambientes. En lo que tenemos próximo, el ámbito del velero es de la farola de San Isidro para afuera y el del motor es de la farola de San Isidro para adentro, para el delta. Lo que no quiere decir que no puedas ir con el crucero a Riachuelo y con el velero al delta, pero uno se adapta más a una zona y el otro a la otra. También tiene que ver con etapas en la vida, en que la vela, especialmente la regata, exige un tipo de actividad que a veces con el paso del tiempo uno ya no quiere desplegar porque se va haciendo más cómodo o va buscando cosas que pueda hacer más fácilmente.

LR: Hay características de personalidad propias de los veleristas y características propias de los cruceristas?

PF: Yo realmente me considero las dos cosas y no pierdo oportunidad de velerear, a pesar de que actualmente tengo crucero y me satisface tanto una cosa como la otra, dependiendo de las circunstancias. No se me ocurre por ejemplo un viaje por mar en crucero.

LR: Es cierto en forma genérica esa sentencia que dice que debajo de una gran botavara hay siempre un gran miserable?

PF: No. Uno puede empezar a hacer vela con menos recursos que con el barco a motor, a lo mejor son etapas de la persona. Pero no creo que el velerista sea un miserable por definición.

LR: Es cierto en forma genérica que el motorista es prepotente y desconsiderado?

PF: Yo diría que dentro de los motoristas hay mucho prepotente y desconsiderado por falta de conocimiento, porque es muy fácil subirse a un barco de motor y creer que ya se sabe todo. De hecho se ve más prepotencia en la zona de barcos a motor que en la de veleros. Hasta diría que en la vela hay una tradición de compañerismo, de ayuda al prójimo, de sacarte de un apuro. En cambio en el motor no le he visto nunca.

LR: Es cierto en forma genérica que el velerista resiente no tener acceso económico al bienestar del crucero?

PF: Puede haber algo de eso. Del mismo modo que tendrá resentimiento a un Beneteau de 50 pies.

LR: Es cierto en forma genérica que el motorista no tiene mucho conocimiento acerca del arte de navegar?

PF: Sí, es cierto. Es fácil como ya dije, comprar un barco, pagarlo y salir a navegar y ahí te aparecen todos los líos. Un amigo compró un crucero con ese espíritu, y decidió ir a Palmira. Me llamó para que lo ayudara con el GPS porque había puesto “Ir a” Palmira, y la derrota pasaba por tierra. No entendía cómo era que no funcionaba de la misma manera que para las rutas terrestes, haciendo los giros donde correspondía ...

LR: Considerás que el velerista es un amante de la navegación mientras que el crucerista es un amante de la buena vida?

PF: El velerista es amante de la navegación, sí. Es ahí donde se aprende a navegar, se tienen más conocimientos del viento, la naturaleza, etc. El crucerista es amante del buen vivir, en líneas generales es así. De hecho cuando buscaba crucero con casco en V, pensando que aguante la ola del río, me preguntaban sorprendidos para qué quería eso si por esta zona no había ola. Daban por descontado que saldría sólo por aquí y que no iría a navegar.

LR: Es cierto que los veleristas se preparan más para realizar una singladura que los cruceristas, tanto en lo que se refiere a la zona a navegar, como en relación a la preparación del barco y de la tripulación?

PF: Sí, sin ninguna duda. En la vela hay una secuencia, primero sos timonel, luego patrón, y después hasta piloto de altura, y lo hacés porque te vas interesando en las cosas de la náutica. Pero tratá de encontrar un crucerista que sea patrón, y menos piloto, a no ser que venga de la vela.

LR: Es cierto que los cruceristas no tienen interés por aprender el arte de navegar?

PF: A medida que les van pasando cosas, empiezan a ver que necesitan conocer más. En ese sentido el crucero da una ventaja, te ves venir una tormenta y en media hora tenés puerto. Se navega con ambientes más cerrados. El crucerista en general conoce menos de cartas, usa sólo el GPS. Todo eso hace que tenga menos interés por conocer de navegación.

LR: Es cierto que los veleristas se consideran los propietarios exclusivos del Río y únicos con derecho a navegarlo?

PF: Yo diria que sí. El velerista nunca renuncia a su rumbo, y si le pasas cerca te insulta. En realidad no es fácil ni llevadero para el crucerista andar bajando la velocidad a cada rato, se complica y se torna desagradable la navegación. Pero hay que hacerlo, sobre todo cuidando los botes de remo, las chatas isleñas, que les podés generar un serio problema, no tanto el velero al que sólo le provocarás incomodidad.

LR: Qué actitudes del motorista son las que provocan el repudio del velerista?

PF: Que lo pasen a excesiva velocidad. Que le hagan ola y lo hagan mover, eso al velerista lo molesta mucho. Por el Vinculación un día de verano a las 7 de la tarde es un infierno. Pero el crucero tiene una velocidad de gobierno, y no debe navegar por debajo de eso, y a la velocidad de gobierno siempre se hace ola.

LR: Qué actitudes del velerista son las que provocan el repudio del motorista?

PF: Yo creo que hay más repudio del velerista hacia el crucerista que al revés. El crucerista ni se da por enterado, no registra casi al velerista. El crucerista en general no está en clubes sino en guarderías, que no dan para sociales ni amistades, el crucerista va con su familia, hace lo suyo y se vuelve a su casa. A los vecinos de amarra ni los conoce.

LR: Qué actitudes considerás que debería modificar cada uno para una mejor convivencia?

PF: Quizá conocerse más. Quiza intercambiarse roles, hacer uno lo del otro y ahí es donde se podrían comprender mutuamente.

LR: Qué actitudes del otro considerás que debería comprender mejor cada uno para que no le generen resentimientos?

PF: El velerista tendría que comprender el tema de la velocidad de gobierno, que ya te comenté. El velerista cree que el crucerista lo pasa a cierta velocidad porque no le importa si lo hace mover, pero el crucerista no puede evitar hacer olas. En el Vinculación tenés que venir en un crucero mínimo a 5 nudos porque si no, no tenés gobierno y ahí necesitás definitivamente tener gobierno, y un crucero a cinco nudos levanta agua. Y el crucerista a su vez tiene que saber que el velero tiene una maniobra más dificultosa que el crucero. Al crucero lo parás en 10 m, le ponés marcha atrás y ya está. En cambio la vela tiene una maniobra más limitada, y además cala más y hay lugares donde no se puede meter.

LR: Qué tipo de navegación disfrutás más con el velero y con el crucero?

PF: El crucero da mucha más comodidad. Aunque si en Buenos Aires tuviera un motovolero, como un cachalote, lo equiparía con todas las comodidades y sería tan cómodo como el crucero. Del velero lo que extrañás es el silencio. Pero por ejemplo, fui a Río Negro en crucero y lo pasé espectacular. Después estuve navegando en velero en Turquía, en Angra, en el mar de Cortés y también lo pasé espectacular. No podría compararlo. No sé si es mejor una cosa que otra. No son comparables. Elijo generalmente el velero cuando puedo por la seguridad. El velero se aguanta cualquier cosa. El velero permite hacer travesías largas y el crucero no. Se puede hacer una travesía larga en crucero pero es mucho mas complicado.

LR: Cómo reacciona el grupo familiar, mujer e hijos, frente a la propuesta de navegar a vela y frente a la propuesta de navegar a motor?

PF: No hay un patrón de conducta determinado, cada familia y cada integrante de la familia lo vive a su manera.

LR: Cómo te preparás para ir a dar la vuelta al perro en un caso y en el otro?

PF: Mucho mas fácil el crucero. Menos cosas que preparar. En el crucero llegás a la barra y si tenés marinero, ya le sacó la carpa, le das motor y salís. En el velero tenés más trabajo, preparar las velas, los cabos, y ya en navegación también trabajás más.

LR: Cómo te preparás para largas singladuras en cada caso?

PF: El velero es mi preferido para singladuras largas. El crucero requiere más preparación y tiene más inconvenientes para travesías largas. Pero por ejemplo para irte a Mercedes, Uruguay, es preferible el crucero. Tenés que estudiar bien las cartas, abastecerlo de combustible, ver los lugares de abastecimiento en la ruta, provisiones, revisar todo lo que signifique motor, porque dependés fundamentalmente del motor. Filtros de agua, de aceite, de combustible, el crucero tiene més oportunidad de falla que el velero. Desde ya que los motores modernos es rarísimo que fallen, y encima tenés dos motores en el crucero, así que generalmente no fallan, a no ser que te quedes sin combustible o como pasó alguna vez, que enganché un cabo e hizo un ocho en una hélice. Pero de todos modos para mí es más confiable el velero.

LR: Pepe, frente a una audiencia mayormente trapera como la nuestra, qué podés decir en favor de los humeantes?

PF: Por un lado, la comodidad de salir rápido. Por otro lado, la zona de navegación, el delta nuestro, que se presta muchísimo para navegar a motor, por la velocidad, por los lugares a que se puede acceder con el crucero, porque no tiene problemas de palo con los árboles, porque a igualdad de eslora es mucho más cómodo el crucero. Hay que tener en cuenta que es también placentero navegar en crucero, se disfruta en forma distinta. En el velero vas tomando la ola, vas orzando o derivando de acuerdo a la racha. En el crucero seguís un rumbo sin hacer esos juegos, pero es también una sensación placentera. Siempre podés poner el piloto automático y disfrutar con libertad de la travesía. Entiendo que en el velero la persona timonea mejor que el piloto porque el piloto no orza y deriva segun el caso, en cambio el piloto timonea mejor que la persona en el crucero porque mantiene estrictamente el rumbo. Necesitás más habilidad para timonear bien un velero que un crucero. Es casi como la relación entre una moto, que sería el velero, y un auto, que sería el crucero.

LR: Qué costumbres o actitudes modificás para navegar o vivir en el crucero en relación a cuando lo hacías en velero?

PF: En líneas generales, ninguna. En el crucero tengo las cartas náuticas, el talco, el mismo GPS, la pínula, lo mismo que llevaba en el velero. Cuando voy a Colonia en el crucero marco la posición en la carta periódicamente como aprendimos a hacer en el velero, aunque sea por el hobby de hacerlo. En el crucero te pueden pasar menos cosas, no se te va a largar una tormenta de golpe, por eso también requiere menos tareas de navegación. Pero soy el mismo navegando en crucero que en velero. Tomo las mismas precauciones cuando fondeo, cuando entro a puerto ...

LR: Qué podés hacer con el crucero que no podías con el velero y que te cause gran satisfacción como navegante?

PF: Por ejemplo ir a Río Negro. Se puede hacer con un velero pero es más dificultoso, no es tan agradable. El crucero te da más libertad para meterte en ciertos lugares por el hecho de la velocidad y el poco calado. Un 40 pies de velero cala por lo menos 1,80m, incluso 2m, y un 40 pies de crucero cala apenas 1m. En nuestra zona de navegación hace la diferencia.

LR: Y qué podías hacer con el velero que no puedas con el crucero?

PF: Hacer viajes más largos en los lugares donde se te dan las condiciones, mar por ejemplo.

LR: Qué podés sugerir para una mejor convivencia entre todos los nautas?

PF: Que tengan en cuenta que la náutica es una sola, que hay épocas en la vida en que uno se inclina por una cosa o la otra, pero que disfrutemos la náutica.

LR: Considerás que sería posible educar a los nautas para erradicar prejuicios y modificar conductas antisociales?

PF: Sí, por supuesto que sí. La prefectura juega un papel importantísimo en este tema. Ahora ha mejorado mucho en cuanto a controlar la velocidad en el delta, pero creo que debería controlar más el otorgamiento de carnets de timonel. No puede una persona comprarse una lancha y salir como si fuera un auto. Es raro que un crucerista de motor salga de un club náutico, salvo que sea persona que pasa de la vela al motor. Pero el que se inicia en la náutica desde el motor es diferente, no tiene escuela. Creo que la vela es una escuela de náutica fundamental.

LR: Es cierto que los cruceristas gozan de cierta impunidad frente a la autoridad?

PF: No. En el Vinculación los fines de semana hay mínimo tres o cuatro barcos de Prefectura controlando y haciendo bajar la velocidad. En la intersección del Vinculación con el San Antonio hay siempre los fines de semana fondeado algún Guardacosta vigilando. El Urión está patrullado por Prefectura. Hacen bajar la velocidad. Prefectura en este momento está cuidando y mucho. Es común que estés fondeado con tu crucero y Prefectura, de buen modo, se acerque y pida certificado de elementos. Yo creo que Prefectura considera que el que sale con velero sabe lo que hace, y no pasa lo mismo con el crucero. Prefectura para mucho a las lanchas. El Guardacosta que patrulla el San Antonio permanentemente para lanchas y les pide documentación y elementos de seguridad. A mí me ha parado más de una vez.


Finalmente, Pepe Fiorito responderá el CUN

(Cuestionario Universal Náutico de La Recalada)

LR: Cómo fue tu "primera vez"?

PF: La recuerdo muy bien esa! La primera vez que salí a navegar a vela habrá sido año 67. En esa época era fanático de los aviones, volaba todos los fines de semana, hacía el curso en el Aeroclub Argentino. Un amigo me invita a salir un fin de semana en un lightning y me enloqueció. Ese mismo año ya hice el curso en el Buchardo y desde entonces no paré de navegar. Y dejé los aviones.

LR: Te mareás cuando navegás?

PF: No habitualmente, pero me he mareado. Sobre todo al principio, y luego me fui acostumbrando. Lo tomo como una cosa más de la náutica. Recuerdo un viaje a la Antártida en el Bahía Aguirre, nos agarró una tormenta en Bahía Camarones que nos mareamos todos! Imaginate que el barco tenía una proa de 6 a 7 mt de altura y las olas le pasaban por arriba! El timonel iba atado. No había peligro, el barco respondía bien, pero se mareó todo el mundo. En general, si me mareaba me acostaba y se me pasaba enseguida.

LR: Sentís miedo cuando navegás?

PF: No. Al agua le tengo mucho respeto. He pasado como todos tormentas fuertecitas, ningún huracán, pero sí esas tormentas de cincuenta nudos. Y siempre he sentido que de alguna manera el barco respondía. En una oportunidad me invitaron a llevar un barco de Montevideo a Floria. Contra todas la previsiones, fuimos en octubre, época de vientos del NE que no es la aconsejada para hacer esa travesía. Como era esperable, nos agarraron vientos de cuarenta a cincuenta nudos de frente y olas altísimas. Llegó un momento en que no avanzábamos, echábamos bordes y bordes y estábamos siempre en el mismo lugar, así que decidimos regresar. Con muchísimo cuidado para no tumbar con la ola, viramos y volvimos. Fue una situación muy dura, que te enseña que no se puede tomar a la ligera los pronósticos ni los vientos. Hay que navegar cuando el viento lo permite.

LR: Sos capaz de relajarte cuando el barco está a cargo de otra persona?

PF: Sí, si le tengo confianza sí.

LR: Cómo elegís la compañía para navegar?

PF: Tiene que ser gente con quien me lleve muy bien en tierra, porque a bordo se exacerban todos los problemas. La convivencia a bordo es difícil porque falta espacio vital, mucha gente junta en poco espacio.

LR: Qué consejo le querés dar a los nautas que te están leyendo?

PF: Que disfruten la náutica. Que no es un deporte, es un estilo de vida que después lo aplicás en toda tu vida.

LR: Qué deseo tenés para los nautas que hoy navegan nuestro Río?

PF: Un pie de agua bajo la quilla.