DONDE ESTA?

TRAVESIA DEL IPORA: Apostillas 1

La Recalada acompaña la gesta del Crucero Iporá que, en breve, capitaneado por Ernesto Betbeze, iniciará una travesía remontando el Paraná y el Paraguay uniendo Argentina, Paraguay y Brasil en un abrazo náutico y fraternal.

Iremos publicando el relato de los protagonistas desde los preparativos. Encontrarás todas las publicaciones que iremos subiendo en la sección Crucero Ipora.


Crucero Ipora publicó en el grupo "Viaje a la Tierra sin Mal II."

22 de mayo de 2011, 12.55 hs

Por fin las sandías nos vamos acomodando en el carro.. je je

Espero poder enviarles breves comentarios del viaje que estaríamos comenzando el día 6 de Junio por la mañana.

En breve subiremos a este grupo fotos, de manera que vayan conociendo el barco, único indispensable en este intento.

Por ahora trataremos de hacer las cosas bien, el viaje es largo, zarpamos con la intención de completar los 7000 Km o más del proyecto.

Sólo debemos recorrerlo a partir del primer metro, luego los otros.

Agradezco a todos estén tan cerca nuestro, los necesitamos.

Ernesto Betbeze.

Pueden ver algunas fotos en:

http://www.facebook.com/l/1df87x0LHRT3fR-ICBrf1VKiF1A/www.cruceroipora.blogspot.com


Crucero Ipora publicó en el grupo "Viaje a la Tierra sin Mal II."

22 de mayo de 2011, 22.07 hs

Bienvenidos todos, pero pido permiso a los integrantes argentinos para dar la bienvenida al amigo Dardo , de la Republica hermana del Paraguay.

Es un objetivo fundamental de este viaje intentar unir más a los hermanos pueblos vecinos, por eso la participación de nuestro hermano Dardo le da sentido a este viaje y lo prestigia.

Un abrazo amigo Dardo y a todos los demás recién incorporados.

Ernesto Betbeze


Crucero Ipora publicó en el grupo "Viaje a la Tierra sin Mal II."

22 de mayo de 2011 22:16

Intentaremos publicar en las revistas Weekend - Timoneles varios artículos a medida que el viaje se realice. Estaremos además en el Grupo La Recalada, a partir de hoy en ADAN, y si alguno se interesa en ser bombardeado con mails tenemos un grupo Yahoo del Crucero Iporâ, solo nos deben pedir ser incorporados al mismo y que Dios los ayude... je je Además de las fotos que en breve subiremos a este Grupo, tenemos el Blog del Crucero:

http://www.facebook.com/l/4c767yUb54jltd_ya_UwIEqp4Sw/www.cruceroipora.blogspot.com

Además estamos en Sonico y Twiter, estas son las causas por las que el viaje aún no ha comenzado... je je

Ernesto


Crucero Ipora publicó en el grupo "Viaje a la Tierra sin Mal II."

23 de mayo de 2011 19:35

Mañana empezaremos a construir el soporte del motor auxiliar fuera de borda, esperemos no usarlo nunca por desperfectos del motor interno, seguramente en alguna toma de video en navegación lo estaremos usando por silencioso, ademas nos recomendaron usarlo cada tanto. Se trata de un motor Honda de 20HP de cuatro tiempos. Haremos fuerza para ver si botamos nuevamente el barco no mas allá del próximo martes. Ernesto.

LA TRAVESIA DEL IPORA


La Recalada acompaña la gesta del Crucero Iporá que, en breve, capitaneado por Ernesto Betbeze, iniciará una travesía remontando el Paraná y el Paraguay uniendo Argentina, Paraguay y Brasil en un abrazo náutico y fraternal.


Iremos publicando el relato de los protagonistas desde los preparativos. Encontrarás todas las publicaciones que iremos subiendo en la sección Crucero Ipora.



Barca Iporâ



Lo llamamos barca por que consideramos que es más apto y menos presuntuoso.

Barca es femenino y, como tal, más acogedor y amable.


Pretendemos con el Ipora, navegar una nueva experiencia, viajar sin prisa a la "Tierra sin Mal", y con ello coparticipar con amigos este viaje.



Quizá sea este el último proyecto, más o menos largo, por eso queremos ... necesitamos, que sea el mejor ... Y para ser mejor, necesitamos compartirlo ...

Dedico este Proyecto a todos los amigos que la náutica me dio ...

A los que están cerca y ...

a los que me esperan en lejano puerto ...

Que la salud nos acompañe a todos ...

Graciela – Ernesto


PUERTOS Y BARCAS: Manuel Larravide


En 2004 la UCA realizó una exposición de arte relacionado con los puertos y las barcas, exhibiendo obras de grandes pintores.

Gracias al aporte de Yudina, encontramos esta perla que presentamos en entregas. Esperamos que la disfruten!

Publicado por la Pontificia Universidad Católica Argentina

Pabellón de las Bellas Artes

Auspicia Secretaría de Cultura - Presidencia de la Nación

http://200.16.86.38/uca/common/grupo50/files/catalogos-desplegables/06_puertos_cat.pdf



Manuel Larravide
Montevideo,1905
Oleo sobre hardboard, 28 x 36 cm
Colección privada

Manuel Larravide. Pintor marinista uruguayo, nacido en Montevideo el 22 de octubre de 1871; murió en la misma ciudad el 22 de mayo de 1910. Realizó sus estudios en el Liceo de Montevideo y en la Universidad de la República. Inició su

carrera pictórica sin maestros, por lo tanto no tuvo escuela ni fue personal en su orientación; sin embargo, logró por si mismo una figuración que mereció lugar relevante en su tiempo. A los diecisiete años expuso su primera obra, En Panne, con verdadero éxito. Recorrió los mares del sur siendo Guardiamarina de la Escuadra Argentina, efectuando estudios del natural que aprovecharía mas tarde en sus obras. Hizo varias exposiciones en Montevideo y Buenos Aires. Visitó los principales centros artísticos de Europa a donde viajó en dos oportunidades.

Expuso en salones de París, Barcelona, Madrid, etc.

Su producción, muy vasta, abordó la técnica del óleo y la acuarela. Se halla representado en el Museo Histórico Nacional de Bs. As. con los cuadros: Combate de Brown y Revista de la Escuadra Argentina por el General Roca; en el Museo Naval de Valparaíso por la tela La Escuadra Chilena en Montevideo; El Museo Nacional de Bellas Artes de Montevideo posee de este artista: Muelle viejo y La Boca del Riachuelo.

En la Exposición del Centenario celebrada en Buenos Aires en 1910 figuró con la tela Marina.


CORMORAN


EL RINCON DE HUGO W.
del inagotable archivo de Hugo W. Barzola





CORMORAN


LAS OLAS Y EL VIENTO

EFECTOS DEL MAREO

Por Hugo W. Barzola

Publicado en foro La Recalada 6/5/2011

http://larecalada.foroactivo.com/t298-efectos-del-mareo


Esto me ocurrió cuando era muy joven (25) y todavía no soñaba con el mar, como después lo hice, es verdad que había tenido un botecito a remos, con el cual me movía por los canales..., sin que hubiera conocido esto que comentamos... En esa época es que había que dotar de comunicaciones a un remolcador que había sido acondicionado como buque de traslado de prácticos en el estuario de B. Blanca, hubo un concurso de precios y resulté elegido..., con lo cual realicé un equipo transceptor de comunicaciones en HF, con las bandas marina.., les digo que aun no existían por lo menos en esa época por aquí el VHF (1960). Coloqué el mismo en la embarcación, instalé la antena, creo que hicimos unas pruebas de carga y de pronto se me comunica que vamos a partir, pues hay que hacer un relevo de prácticos afuera, pues se aproxima una tormenta...!

Recuerdo que no estaba proyectado ese programa en mi agenda, pero la novedad me atraía, por lo que no tuve inconvenientes en acompañarlos y seguir probando el equipo. A todo esto a poco de partir, la tormenta se puso de manifiesto, arbolando un mar cada vez mas picado, recorriendo hasta el lugar que encontramos el primer barco a servir a unas 30 mn. de nuestro puerto de orígen. Entonces con las condiciones dadas el barco fondeó al igual que nosotros, esperando que amainara el temporal. Así pasaron un par de días moviendo en no mucha distancia a los prácticos y en otros momentos fondeado.

Al día siguiente de lo comentado, se presentó nublado pero queriendo abrir, pues había momentos que salía un sol espléndido entre las nubes..., la tormenta parecía también querer apaciguarse, el mar se fue calmando, aunque quedaba una onda de mar de fondo... Esta onda para los que no lo conocen, se ocasiona en el mar después de una tormenta que movío su superfice, la que al tranquilizarse forma por lo general un mar como de aceite, terciopelado muy suave, con una olita cada tanto, que puede tener su buena altura 1- a -4 m. pero espaciada cada 50 o 100 m. . Conozco el mar de fondo por arriba y por abajo, como buzo, ejemplo cuando nos sumergimos desde nuestra embarcación de apoyo, habiendo en el mar mucho movimiento, lamentamos que nuestros acompañantes en la embarcación, tengan que aguantar los 20 a 30 m. que puede tardar nuestro ascenso, pues están como en una cotelera, en cambio el buzo, se sumerge en el mundo del silencio y la tranquilidad... Distinto es con mar de fondo, los de las embarcaciones suben y bajan suavemente con la onda, mientras el buzo que se sumerge se ve ante un mar en movimiento en el fondo de acuerdo a la profundidad..., es como si la ola fuera ahora al revés.

Entonces ese día llega el mediodía, con esa aparente calma y lógicamente la hora del almuerzo.., éramos como una decena de personas y el menú venía con una buena pasta con tuco de pescado... Les puedo asegurar, que como me ha sucedido en alguna lancha pesquera donde he salido y he podido comer con ellos, la pasta y tuco allí preparada, siempre me pareció de primera y para el recuerdo. Para mejor el consejo que dan a los que no son de la tripulación y vienen de tierra, es que tengan siempre el estómago bien alimentado, bueno..., creo que ese día gusté tanto de la pasta, que me llené..., ya habíamos comido el postre y en la sobremesa esperando el café, es cuando empiezo a notar en mí unos efectos que recuerdo haber visto en alguna de esas viejas películas de Chaplín. Parecía que el estómago se me moviera con ese vaivén horizontal de la onda de mar de fondo que recibíamos en el remolcador, ... y que hasta ese momento no le había dado importancia...!

El efecto cuando lo percibí, traté de amortiguarlo, pues ya imaginaba lo que me estaba pasando, así que comencé a respirar hondo, reteniendo un poco la respiración y largando despacio..., algo me calmó, pero el mal se fue acrecentando y de golpe..., hasta el momento, que apenas con la cabeza pude saludar, saliendo al aire libre a la borda, a ver si podía recomponerme... No duró mucho, que al fin tuve que devolver al mar todo el almuerzo, lo que me dejó cansado pero un poco mas tranquilo..., aunque sin saber si podía remitir mas efectos.

La cuestión es que algún amigo del barco me aconsejó que probara un poco descansar en una cucheta que tenían para el descanso, con lo cual aproveché el consejo y me tiré en ella..., al poco tiempo pude conciliar un sueño..., buena siesta que cuando me desperté, otra vez con movimiento en el barco atardeciendo, pero este ocasionado por una vuelta de la tormenta que la misma u otra se avalanzó otra vez, provocando los efectos de primeros momentos. Afortunadamente mi estado y reacción fueron buenos, y no tenía secuelas de la descompostura vivida por lo que enseguida pude olvidar el momento y ver cuando podía regresar a puerto.

El problema es que entonces con fortísimo viento y el mar arbolado, las embarcaciones subían y bajaban unos 4 m. con el peligro de colisionar al abarloarse. La misión era hacer un recambio de prácticos, bajaba el de mar y subía el de puerto, el problema era como hacer ese movimiento..., el barco ya tenía instalada una escala de gato, pero la oscilación de la misma en la marejada hizo que nuestro hombre en la misma desistiera a medio camino, haciendo pensar a los oficiales o contramaestres el medio para solucionar este embarque.

Para ello colocaron la escala o red de desembarco, que habrán visto mucho en las viejas películas de guerra, es esa red cuadriculada de gruesos cabos, que cubre una amplia superficie en la borda de un buque y permite bajar o ascender por ella a varias personas a la vez, teniendo varios puntos de asimiento. Así que se probó con ella. Aunque la maniobra tenía sus riesgos pues nuestra embarcación pese a estar a sotavento del barco, no pudiendo abarloarse debía mantenerse muy ajustadamente cercano, casi un metro, al lado del otro, subiendo y bajando con cierta violencia..., para tomar la red había que esperar llegar a la cima del movimiento, haciendo equilibrio en la borda, apenas sujeto a algún barral, y esperando el momento, calculando en tiempo y distancia el mismo, lanzarse hacia la red y tomándola principalmente con las manos como garras, y procurar afirmar los pies en alguna de las aberturas coincidentes... Uff.. Asi, se pudo así cumplir el cometido felizmente, con lo cual yo aprovechando un buque pude volver al puerto de Ing. White , después de casi cuatro días afuera en el mar, en medio de un temporal que se prolongó unos días mas.

Así es que en casi mas de 50 años recuerdo esa principalmente y otra muy difusa, producida por la misma causa, exceso de comida en el estómago, cosa que casi nunca había sido problema en ninguna otra ocasión navegando en calma o en tormenta.

Me parece que no se si calificarla como mareo, pues las consecuencias posteriores a la rejurgitación, no me dejaban mas que una sensación de alivio..., y sin problemas para manejarme en una embarcación.

Esa es mi poca experiencia con el tema.

Un brindis con un tecito de ruda, para calmar el estómago...

HWB.


A GRAL LAVALLE EN UN ALBATROS 950

III Regata San Isidro-Gral. Lavalle

Por Martín Pachiani


Con una mañana desapacible soltamos amarra bien temprano para alcanzar la línea de largada distante a una 13 millas. La misma había sido fondeada frente al puerto de Buenos Aires para que pueda largar la Esperanza con sus 2,70 m de calado.

Llegamos con el tiempo justo atravesando la línea en una ceñida con viento del este, aguantando todo el trapo. En el Hannah Boden éramos solo tres tripulantes así que debíamos ser conservadores y no era cuestión de andar haciendo banda, tal es así que unos minutos después de pasar la línea tomamos la primer mano de rizos. El barco navegaba muy rápido y pasamos al Lobisón, La nave y el Sagitarios, mientras el Esperanza tomaba la delantera imponiendo su eslora separándose del resto de la flota. A bordo había buen animo, llevaba de tripulante a Aníbal Vera en representación de los pagos del Tuyu quien fuera alumno mío en una de los cursos de Timonel que dicte en mi estadía en San Clemente del Tuyu por el año 2000. Alejandro Pérez de la Hoz fue mi segundo tripulante que actualmente tengo en el curso Patrón de Yate y no tenia experiencia en este tipo de navegación, ambos resultaron muy aguantadores y principalmente buenos camaradas a los que nunca les falto el buen humor.

El anemómetro superaba los 20 nudos así que achicamos un poco la vela de proa que es de enrollar y que al rizarla es bien sabido que pierde eficiencia además de algunos grados de ángulo de ceñida, sin embargo no era cuestión de apretar demasiado habíamos acordado que lo importante era llegar y en lo posible sin romper nada. El Hannah es un Albatros 9.50 y como todo barco de orza es mejor no cargarlo mucho de paño y al ir mas adrizado mantiene la velocidad que no bajaba de 6 nudos en la corredera.

El cielo estaba encapotado y la marejada tomaba altura conforme el viento se afirmaba del sudeste lo que no teníamos previsto, la estrategia fue llevar el barco bien cerca de la costa donde se reducía el tamaño de las olas, así fue como en un momento nos encontramos navegando en un río aceitoso y de olor nauseabundo cuando me percate que la estructura que teníamos por el través era la Torre Difusora que vacía los líquidos cloacales de Quilmes y zonas aledañas.

El viento seguía en aumento manteniéndose por encima de los 25 nudos con fuertes rachas que superaban ampliamente esa cifra, para entonces ya habíamos tomado la segunda mano de rizos y el barco iba para adelante a buena velocidad, navegando suavemente con rociones esporádicos sobre cubierta, sin embargo el vira vira era desmoralizante y cansador. El tiempo parecía empeorar y comenzábamos a sentirnos cansados, a las tres de la tarde recién estábamos en Punta Lara siguiendo la isobata de 3 metros como lo hace el ciego con su bastón. En la bruma aparecían las siluetas oscuras de los buques fondeados en la rada del Puerto de la Plata y para darnos un golpe más de desazón apuntaban directo al sudeste, es decir que también teníamos la corriente en contra. La mayoría de los que eligieron la ruta por aguas mas profundas fueron desertando porque según comentaron las olas eran grandes y el avance penoso. El Lobisón de mi amigo Cella debió dejar la cancha al parecer por una avería en el flamante aparejo con una mayor gigante que estaba estrenando. El velero La Nave intentaba comunicarse con el Guardacostas Bahía Blanca sin tener éxito, hice de puente y reportaron su regreso a puerto por rotura de timón.

Cruzar la entrada a La Plata fue vencer el primer reto, apostaba a que el viento debía rotar al noreste y todo era cuestión de aguantar lo mas cómodos posible, tal es asi que establecí el sistema de guardias de tres horas para poder quitarnos la ropa mojada y descansar, la noche cayo rápidamente y hasta el momento solo habíamos ingerido unos sándwiches y algunas reconfortantes sopas de sobre. Tal es así que me dispuse a cocinar y prepare un sustancioso arroz con vegetales en una salsa con un toque de azafrán al que además le agregue proteínas con una lata de atún, ni hablar de lo que nos pareció un manjar en aquella noche oscura.

La antena del destacamento de Atalaya lentamente quedaba al través y siendo la medianoche pasamos nuestro reporte al operador de turno. Habíamos quedado solos, no veíamos las luces de los veleros, solo las de tierra y la lejana bóveda de Montevideo, parecieron las estrellas y a medida que nos acercábamos a Punta Indio el viento fue rotando al Este y disminuyendo permitiéndonos pasar de un solo borde pegados a tierra.

El siguiente waypoint era Punta Piedras y el rumbo nos daba directo con todo el trapo, viramos la punta a las seis de la mañana y mientras la bahía recibía al Hannah a mi me esperaba la cucheta, aunque previamente reporte la posición al Guardacostas Río Deseado quien me informo que quedaban solo 9 veleros en la regata.

Me levante a las nueve cuando Aníbal ingresaba a la cabina y Alejandro quedaba al timón enfundado en su traje de agua guareciéndose de la lluvia, estábamos en la latitud del Río Salado y una vez mas hice contacto radial con el destacamento para pasar nuestro reporte. Las nubes se fueron disipando y en medio de la bahía nos ilumino el sol reglándonos una navegación placentera en un mar agradable con el esperado viento del noreste.

Como de costumbre Marcela, mi mujer, me había preparado una salsa boloñesa así que el mediodía me encontró otra vez de cocinero sacando unos exquisitos ravioles con abundante salsa espolvoreados con queso parmesano. Mientras navegábamos con viento franco apareció el faro San Antonio en el horizonte marcándonos el fin de la Bahía de Samborombon, la línea de llegada había sido establecida fuera de la zona de bancos en mucha profundidad también pensando en el Esperanza que para ese entonces cruzábamos de vuelta encontrada ya que iniciaban su viaje de regreso sin entrar a puerto, lo mismo hacia el Pura Sangre II luego de una muy buena performance en la regata. Con viento flojo y fuerte corriente bajando atravesamos la línea de llegada cerca de las dos de la tarde y fue motivo de festejos. Continuamos a vela mientras realizaba una reparación en el botón de pare del fuera de borda que a consecuencia de un golpe luego de la largada había quedado fuera de servicio en caso de necesitarlo. La suave brisa de popa nos permitió hacer un buen trabajo y pudimos entrar y navegar la sinuosa Ria de Ajo ayudados por la maquina. Gozamos el paisaje que descubría extensos cangrejales con la marea baja, poblados por variedad de aves que se alimentan en el fango. Sin embargo me produjo cierta melancolía encontrar solo dos veleros en el muelle (Red Wind y Sole V) porque conozco lo que significa para el pueblo organizar este evento y finalmente fuimos solo 6 los veleros arribados sobre un total de 22 inscriptos. En horas de la noche entro con la marea el Luna Azul un CP26, el velero mas chico arribado, si bien llego solo una hora detrás de nosotros su calado no le permitió ingresar por el canal. De todos modos se cumplió el cronograma y la Prefectura nos agasajo esa misma noche con una fritanga de pescadilla de banco y al día siguiente el Municipio de General Lavalle organizo la entrega de premios con asado música y danzas folclóricas en un clima festivo. Y tuvimos la suerte de recibir el premio al segundo lugar en nuestra serie y una bonita copa otorgada por la comuna de San Isidro al Sanisidrense mejor clasificado.


Martín Pachiani

Mayo 2011


GRAL. LAVALLE ES POSIBLE!

RESEÑA DE LA REGATA A GRAL. LAVALLE 2011

Por Leo Plantié



Como se habrán dado cuenta, esta prueba puede llegar a convertirse en una singladura muy dura, sobre todo para aquellos barcos algo tiernos. Por ello siempre repito en todas las reuniones de patrones: los barcos llegan hasta los límites que la tripulación establece.

No obstante, no hay dudas que esta ocasión se presentó algo complicada desde el inicio. No estoy en condiciones de hacer una evaluación del desarrollo de la regata ya que estuve en tierra. Seguramente lo harán tanto Armando Bozzini como Martín Pachiani.

Sí estoy en condiciones de contar que el arribo de 6 barcos no logró empañar los festejos en Gral. Lavalle. Tanto en la Prefectura con la clásica fritanga y la cordialidad de las tripulaciones con el personal destacado para el operativo en la línea de llegada, más el acompañamiento hasta el puerto, fue sumamente emotiva. La huella de la larga singladura y la intensidad de la guardia realizada por el personal junto al Oficial de llegada Fernando Bonastre se dejaba ver.

De los 6 arribados, el que se llevó los mayores aplausos esa noche fue el LUNA AZUL, un CP26 de los pagos de La Plata con 3 tripulantes que, según dijeron, se divirtieron de lo lindo. Después de Punta Piedras, su táctica fue hacer bordes y casi tocar con la mano la costa y luego adentro. En fin, regatas son regatas y cada maestrito con su librito.


Los barcos arribados fueron:

Esperanza, Hossman 62, capitán Gastón Da Silva

Red Wind, Victory 40, capitán Armando Bozzini

Hannah Boden, Albatros 950, capitán Martín Pachiani

Luna Azul, CP 26, capitán

Pura Sangre, Lef 30

Sole V, Jeanneu 42.


Los resultados de la regata fueron los siguientes:

Clasificación General: Esperanza

Copa Héroes de Guardacosta Río Iguazú: Hannah Boden

Copia Tío Dinghi al barco de menor eslora: Luna Azul

Solitario: Hannah Boden

Dobles: No hay arribados

Copa Ciudad de San Isidro: No hay arribados.


El domingo 1º. de mayo en las instalaciones del polideportivo de Gral. Lavalle, un asado pantragruélico y números folklóricos nos acompañaron durante la entrega de premios. Mucha emoción, mucha alegría y, lo más destacable, reafirmar el encuentro el próximo año. Tanto autoridades como navegantes nos comprometimos a seguir trabajando en este evento que nos regala momentos de gran intensidad.


Como primicia quiero informar que de las conversaciones de varios tripulantes y patrones surgió la idea de armar una peña que llamaremos PEÑA DEL TUYU. Realizaremos encuentros periódicos de todos aquellos entusiastas defensores de nuestras costas en los que, además de trazar planes y recordar momentos, no faltará el vino y algún que otro asadito. El Club de Veleros San Isidro nos recibirá con sumo placer y dispone de sus instalaciones para tal fin. Para todos aquellos que se interesen, mi mail está a sus órdenes.


Leopoldo Plantié

leoplantie@hotmail.com