Puerto de Olivos, diciembre de 1996
Querido Gus:
Por comentario del gordo Ubaldo Trevesse me enteré que en los próximos días partirás para Mar del Plata y navegar hasta aquí a bordo del “Haruwen”, por eso es necesario que sepas algunas cosas que nunca te conté por temor a que no me creas.
Los años transcurridos desde los sucesos que te voy a relatar, mas la edad que tengo pueden hacer que incurra en errores, quizás esto te aclare algunas dudas y dé respuesta a tantas preguntas que me hiciste y con propósito nunca respondí o si lo hice fue con evasivas o alguna mentira, te pido disculpas pero al leer el relato sabrás comprender.
El 7 de enero de 1997 soltamos amarras del puerto de Mar del Plata con rumbo a S.Isidro a bordo de un doble proa de Colin Archer construido en los astilleros de Bjarne Aas en Finlandia durante 1926, era un barco de 14 metros diseñado para soportar el duro clima del mar de norte y equipado con tecnología actual, GPS con plotter, radar, VHF, BLU, timón de viento y todo el confort interior de un barco moderno, a pesar de su desplazamiento navegaba rápido aún con vientos suaves, cosa que sorprendía todos los que lo navegaban, el clima era excelente, el viento no superaba los 15 nudos y entraba por la amura de estribor permitiéndonos filar un poco las escotas, a las 1600 hs y luego de un recalmón el viento borneó al sudeste prestando para izar el spinnaker cosa que nuestro "proel" Ernesto- baldosa- Méndez tardó menos de 35 segundos en armar la maniobra y establecer la vela, pocas horas después, momentos antes de la puesta del sol, el viento volvió al norte cayendo hasta encalmar por completo, suponiendo que mas tarde volvería a establecerse del NE una vez caída la noche pusimos proa algo mas al Este de nuestro rumbo ayudados por el viejo pero confiable motor Bölinders semi Diesel original del barco, como el aburrimiento comenzaba a rodar por cubierta Alberto "Beto" Pirotte colocó en el equipo de música un cd´ de Frank Zappa y sacó de la heladera una botella de Barón B que hacía ya mas de 20 días que permanecía junto a otras de menor calidad a menos de 15 cº, entre música y varias botellas vacías no advertimos los avisos de temporal que por VHF emitía prefectura de MDQ.
Al final de la primera guardia a eso de las 2330, Daniel "Dany" Zuñiga advierte que por el Oeste se ven algunos relámpagos, despacio, baja a la camareta, prepara café y comienza a despertar a la guardia siguiente, Baldosa, como siempre, protestaba los primeros 5 minutos después de despertarse especialmente cuando debía ponerse el complicado arnés que era de uso obligatorio durante la noche sin importar las condiciones de viento, en cambio el "Flaco" Trevesse ya estaba con su eterno cigarrillo en la boca mientras revolvía el café con un lápiz, lo que sigue es lo que suele pasar cuando una racha de 40 nudos pega por el través del barco,...la cruceta casi tocando el agua, los elementos sueltos vuelan por el interior del barco junto a los tripulantes dormidos y medio dormidos, recuerdo los gritos de Dany ahogados por la fuerza del viento y su cara desencajada tratando de ver si aún yo seguía al timón, al adrizar los tripulantes fueron saliendo de a uno, enganchando el arnés a la línea de vida y ocupando cada unos sus puestos, con el motor a fondo el barco se puso mas gobernable y nos permitió establecer entre racha y racha la trinquetilla chica que una vez que cortamos motor nos llevaba a casi 7 nudos, el viento pareció establecerse o nosotros pudimos controlar algo del caos general la cosa es que cuando pensamos que todo era una línea de inestabilidad y pronto estaríamos durmiendo y encalmados en una noche espectacular, de pronto se escucho la voz de baldosa diciendo "!!A LA MIERDA!!" mientras un relámpago interminable nos mostró un frente de tormenta negro de bordes brillantes, bajo, casi arrastrándose por el agua que helaba la sangre, segundos después el anemómetro marcaba 57 nudos y la corredera 12.....navegamos por la aleta durante todo el temporal, el rumbo nos daba a Piriápolis pero estaba demasiado lejos, las olas se mostraban enormes y era un espectáculo aterrador mirar por la popa, el viento no bajaba, parecía crecer cuando nos alcanzaba la ola, como sacada de un cuento de Jack London una ola mayor que las demás nos fue levantando lentamente mientras que el viejo dobleproa comenzaba a acelerar, el viento aullaba entre la jarcia, recuerdo que el Flaco Trevesse se afirmó en la bancada mientras miraba la corredera, a los 14 nudos el barco no había parado de acelerar, no miré mas, solo me limité a mantener las 13 toneladas en equilibrio hasta que la ola pasara, pero no pasaba nunca y tampoco paraba de aumentar la velocidad, un relámpago iluminó la escena, espuma brillante, un velero de dos mástiles, caras serias chorreando agua salada todo eso rodeado de un gran pozo oscuro, todo era negro, como vacío....
Amaneció porque tenía que amanecer, el viento había bajado pero las olas seguían siendo muy grandes, aunque no había todavía posibilidad de cambiar de rumbo Beto se sentó en la mesa de navegación a tratar de averiguar donde estábamos y calcular de antemano el rumbo a seguir una vez que este temporal amainara, luego de timonear casi 6 horas en tormenta mi brazo apenas sostenía el cigarrillo que el flaco me había dado, al llegar a la cocina con intención de encontrar un pedazo de chocolate que me sacara el gusto a sal que tenía en la boca, Beto me dice: "el GPS está muerto no entran satélites desde hace rato", sin dejar de mirar el piso buscando el chocolate saco de mi bolso, que ahora estaba debajo de la mesa (la mesa tampoco estaba en el lugar habitual) el Garmin que había comprado en Colonia un par de meses antes y se lo paso para que lo conecte con la antena grande que estaba a tope del mesana, luego de ordenar algo del chiquero que se había convertido la camareta lo escucho nuevamente decir " no baja ni un puto satélite, el VHF está mudo y el BLU solo hace ruidos, si encontrás el lápiz y la calculadora avisame que hay que navegar como cuando éramos chicos".
Al mediodía el viento había bajado a apenas 10 nudos y soplaba del Este, las olas eran un recuerdo y el sol secaba los abrigos mojados la noche anterior, Baldosa vigilaba entre sueños al timón de viento y todavía seguía enganchado a la línea de vida, el Flaco descansaba tirado en el piso del cockpit y solo se escuchaban las voces de Beto y Dany cada vez mas bajas hasta que quedé profundamente dormido.
Mientras hacíamos rumbo 300º para acercarnos a la costa Argentina sin meternos al medio de San Boronbon, preparamos comida caliente y nos sentamos en la dinette para ver la situación y encontrar la derrota mas acertada para llegar a San Isidro sin perder demasiadas millas, Dany, quien durante muchos años se pagó los estudios de ingeniería electrónica reparando televisores había revisado las conexiones de las dos radios, los equipos estaban quemados, los 2 GPS no captaban satélites, cosa que nos hacía suponer que los yanquis habían apagado el sistema, así que solo nos quedaba acercarnos a la costa y ubicarnos mediante pínula y talco, el resto del día transcurrió sin novedades, solo lamentamos la pérdida de 6 botellas de vino, 3 cajas de alfajores que encontramos misteriosamente en la sentina y el salvavidas circular con su baliza que se desprendió durante la tumbada de la primera racha.
Al despertar ya era entrada la noche, Baldosa se quedaría conmigo en la guardia mientras el resto descansaba, la noche era la típica después de un pampero de verano, fresca, despejada y con viento muy suave, el barco filaba unos 6 nudos con todo el paño y la escora era la suficiente como para dejar la taza de café sobre la bancada sin que se caiga, a pocas millas por sotavento vimos las luces de un buque que pasaba rumbo al sur, a pesar de los intentos de Baldosa por comunicarse no hubo respuesta, solo al hacerles señales con nuestro reflector el buque respondió
Al ver que la noche era tranquila y el radar era el único instrumento electrónico que funcionaba correctamente, Baldosa y yo nos sentamos en la mesa de cartas a ver si podíamos hacer una estima que nos diera una posición aproximada, después de hacer un montón de cálculos y estimativos de velocidad, tiempo, marea y no se cuantas cosas mas quedamos de acuerdo que el pampero mas las horas de 300º nos situaba a unas 22 millas al SW de las barrancas de San Gregorio pero no nos convencía la ausencia de los reflejos de los pueblos costeros, decidimos que a pleno sol podríamos ver algo, despertamos a la guardia siguiente y nos fuimos a descansar, por el Este comenzaba a clarear.
El viento seguía firme del NE y el rumbo era el correcto, el Flaco y Dany pudieron reconocer algunas de las luces de La Plata y el faro de Farallón poco antes de la salida del sol, lo que les llamó la atención fue que no divisaron las luces de las antenas de Colonia, mucho mas altas y potentes que el viejo faro, Farallón había sido el faro mas potente de Sudamérica y hoy tiene una luz poco mas fuerte que una boya, por lo menos habíamos logrado ubicarnos y en pocas horas estaríamos en la amarra o eso era lo que esperábamos ya que el viento encaló a mediodía y cuando decidimos poner el motor en marcha, éste anduvo por un par de minutos y dejó de funcionar, después de varios intentos decidimos no seguir gastando batería y aguantamos mas de 30ºc esperando que el viento vuelva a soplar cosa que terminó haciendo pasadas las 1600 cuando ya habíamos terminado de limpiar la cubierta de teca, ordenar el interior y cocinar repetidas veces las especialidades que cada unos de nosotros podía hacer con lo que quedaba de la despensa de abordo, al caer la noche, ya viendo las luces de Buenos Aires desde el Sur comenzamos con los problemas, Beto asomó su cabeza desde el cockpit, me miró serio y me dijo con tono preocupado "ahí afuera hay una boya verde y no hay ningún canal y los destellos no corresponden a nada.....mas lejos veo varias boyas blancas y rojas, tampoco reconozco los destellos y por ahí está el canal Farallón.....porqué no venís y me das una idea de que mierda está pasando? salí con los prismáticos y la carta en la mano, después de mirar varias veces comenzaron las dudas, recordando las palabras que me repetía mi abuelo "alejate de las boyas aunque sean de canal" indiqué un rumbo dejando mucho respeto a esa boya de canal supuestamente "al garete" y seguimos acercándonos a BA.
Baldosa y Beto se habían quedado en cubierta de guardia, Dany, el Flaco y yo estábamos en el interior revisando las cartas y chequeando el radar para tratar de averiguar de que se trataban esas boyas rojas y blancas que tendríamos que cruzar en algunos minutos cuando Dany encendió la radio AM para escuchar las noticias y el estado del tiempo, al escuchar que Boca le estaba ganando 3 a 0 a San Lorenzo quedó sorprendido ya que como fanático de Boca desconocía de este partido en esta fecha pero todos quedamos sorprendidos cuando escuchamos que el arquero de Boca era Roma!!, el Flaco, casi congelado apenas levantó la vista y solo preguntó si aún teníamos la vieja H118 que había pertenecido al "Querandí" del viejo Carlitos Lombardo, busqué la carpeta debajo de la conejera de estribor, la abrí y se la pasé al Flaco que estiraba la mano con impaciencia, la desplegó sobre la mesa y comenzó a rascarse la cabeza mientras alternaba la mirada entre la carta y el radar, en ese momento Baldosa asoma por la entrada y dice: "estamos cerca del Mitre pero NO lo veo..." la respuesta del flaco no tardó en llegar: "es lógico Baldosa.....aún no lo dragaron" Las carcajadas de Beto se confundieron con los comentarios del resto, nada de lo que veíamos afuera correspondía a lo que estábamos acostumbrados a ver, los edificios mas altos de Capital no se veían, la av.Gral.Paz se veía poco iluminada y todos nos miramos desconcertados cuando al pasar frente al CUBA vimos el viejo bergantín con su gran bauprés mirando al Norte, mas adelante el YCO mostraba el cartel de neón brillando sobre el edificio del club, los ánimos se confundieron, sabíamos que algo muy extraño había pasado pero ya todo era claro, estábamos en algún momento del pasado y no sabíamos que hacer, luego de la primera discusión quedamos de acuerdo en entrar al Buchardo, todos (menos Baldosa) nos habíamos conocido en ese club y era el único lugar donde podíamos encontrar a gente que nos pueda ayudar.
Entramos a vela al puerto de San Isidro, pasamos por delante del muelle del Náutico y entramos derecho al arroyo Sarandí, no podíamos creer cuando vimos fondeado al “Delicado”, un dobleproa barnizado con sus redes de pesca eternamente colgadas de la jarcia, al lado del muelle del Sarandí estaba el crucero Antares que el viejo Cattani estaba reparando, despacio arriamos el trapo y amarramos entre el Naty II y el María Isabel III de Silvio Bielli, eran casi las 5 de la mañana, acomodamos el barco y nos fuimos a descansar, al despertar tendríamos que buscar respuesta a muchas preguntas.
Por la mañana nos despertaron los golpes en el casco del Gordo Clerot, contramaestre del Buchardo a quien había conocido de chico y me enseño muchas cosas de marinería hasta que se jubiló cerca de los ochentas, me sorprendió verlo tan joven y por supuesto me presenté con otro nombre y le explique las razones por las cuales habíamos amarrado en el club, gracias a Dios no me pidió mas datos ya que por su visita sorpresiva inventé todo en ese momento, bajamos a tierra y como era sábado nos cruzamos con los instructores de la escuela, reconocí a algunos, un Pickel sin barba y extremadamente prolijo que no superaba los 20 años nos saludó cordialmente, Don Andrés estaba preparando el "Banderín" para escaparse a Colonia, Werner Seybold, Gus Nordenstahl..,en el varadero aún estaba abandonado el "Strombold" que poco después lo compraría mi padre y lo repararía Gracias a la ayuda del dúo mas increíble que conocí, Guillermo Seijo y Armando Morgade.
Luego de ducharnos nos juntamos en el bar para decidir cual sería nuestro futuro, no discutimos demasiado, sería necesario encontrar a alguien que creyera nuestra historia y pudiese ayudarnos a vivir en una época que no nos correspondía y...que ya habíamos vivido..,no voy a revelarte quienes nos ayudaron, ellos pidieron que guardásemos el secreto y de comentarlo lo negarían, pero logramos prosperar, lo que pasó después es demasiado largo de contar, resumiendo: el barco lo vendí dos años después, trabajé en un establecimiento metalúrgico como ingeniero (mi título es falso, lo hice con el Corel de la laptop del barco) y con mis ahorros compré todas las motos viejas que pude y hoy son las piezas de colección de altísimo valor que vos conoces, Beto Pirotte y Dany Zúñiga viajaron al sur y hoy son dueños de dos grandes hosterías en San Martín de los Andes, El Flaco Ubaldo Trevesse como bien sabes es el contador de mi empresa y también de las hosterías, en cambio la historia de Baldosa es algo mas compleja, sus padres habían muerto en el incendio del aliscafo allá por noviembre del 86, ellos eran dentistas, se habían conocido en la facultad, luego del accidente baldosa fue criado por su abuelo, un excelente carpintero de barcos que lo llamó así porque en el único lugar donde lo podías encontrar era en la vereda, por pedido de su abuelo le enseñamos a navegar y lo llevamos a todas las navegaciones, luego de estos sucesos baldosa entró en la facultad de odontología, no porque le gustara sino por la posibilidad de estar nuevamente con sus padres y lo logró, se hicieron grandes amigos y hasta fue su padrino de casamiento, al quedar embarazada su madre baldosa viajó a Francia y navega en la zona de La Rochelle, hoy es un dentista muy espetado, cada tanto nos hablamos.
Querido Gustavo, ya sabrás quien soy y cual era el nombre de mi barco.
Será una navegación increíble. no olvides de llevar el arnés de seguridad.
Espero volver a verte aunque seguro habrás cambiado mucho.
Gustavo.
Ex Libris:
HARUWEN: en lengua Selk´nam “territorio-región-lugar de pertenencia o nacimiento”
5 comentarios:
Fascinante cuento, empecé a leerlo pensando que iba a dejar en las diez primeras líneas y no pude parar. Salvo algunos errores gramaticales que me distraen, muy bueno.
Gracias por tu sincero comentario Kumgang! Nos alegra que lo hayas disfrutado
Muy buen cuento, Gustavo. Gracias por compartirlo!!
Muy bueno tu cuento, Gustavo.
Felicitaciones. Compartimos el gusto por los cuentos, la náutica y las motos.....
espectacular !
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