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LAS 500 MILLAS 2009

El desafío de las 500 Millas 2009

Por Mariano Delgui

Publicado en www.500millas.com.ar

16/07/09

Cuando en enero de este año le propuse a mi amigo Juan Filipich correr el calendario anual de Regatas en Dobles y le mostré de que Regatas se trataba me pregunté a mí mismo ¿No será mucha exigencia y preparación?
Juan no preguntó nada, solamente me dijo “Dale, corramos todas”.
Y así empezamos, en equipo, los dos empujando siempre para el mismo lado.
Y en estas 500 millas el equipo funcionó perfectamente.
Preparamos el barco hasta el último detalle, planificamos la comida completamente, elegimos la indumentaria, los accesorios y finalmente el día de la largada con los pronósticos, tablas de mareas y análisis de los contrincantes trazamos la estrategia de la Regata, las líneas directrices a seguir.

Por fin llegó el top de largada, corrimos la ceñida como en un barlo-sota, derivamos el sotavento, orzamos un poco con genoa, trasluchamos e izamos el globo.
La pierna hasta San Clemente fue fantástica, con los contrincantes pisándonos los talones todo el tiempo, fuimos casi arando el fondo frente a Punta Indio, 20 cm debajo de la quilla. 
Nadie aflojaba, cayó la noche y seguíamos a full. Luego la salida de la luna, increíble. Comenzamos las guardias. Pasamos Punta Piedras a toda velocidad.
Trasluchamos justo para ir directo a la marca, ahí nos separamos de nuestros perseguidores.
Pero a unas 15 millas de San Clemente un descuido mío al timón derivando y el spi se enredó en el stay. Lo llamo a Juan para que salga y toma el timón. Salió en ropa interior.
Voy a proa, se seguía enroscando, liberamos el stopper de la driza y no bajaba.
Cambiamos con Juan, Yo a timón y él a tratar de arriarlo. Gracias a su maña y astucia pudo liberar el tope y pudimos bajarlo. Lo desenredó; a adujarlo y volver a izarlo.
Cuando miramos para atrás dos luces verdes estaban pegadas a nosotros.

A empezar de nuevo. Viramos San Clemente sin novedad y comenzamos a orzar con el genoa grande y una mano de rizo. Por suerte no daba ceñida rabiosa.
Aplicamos máxima potencia y para adelante. Los 2 perseguidores, “Manila” y “Alcornoque” visibles ahí nomás.
Con el transcurso de la noche el viento comienza a aflojar, sacamos la mano de rizo. Las luces verdes se achicaban y las esperanzas se agrandaban.
Amanece, navegábamos en un mar muy tranquilo y cada vez más rápido.
Almorzamos lomo con papas bien caliente. Miramos para atrás y solamente veíamos al “Manila”. El otro había desaparecido, buena señal. Adelante apareció el “Humildad Cero”.
El viento seguía aflojando y cambiamos la genoa por el código “0”. Nuestra diferencia de velocidad se hizo más notable, inclusive empezamos a ver mas cerca al “Humildad Cero”.
En un momento le digo a Juan “Mirá, se ven los cerros de la costa Uruguaya”, que visión increíble de la costa.
Bajó mas el viento y cambiamos el código “0” por el spi para mantener la velocidad.
Llegamos a Gorriti y atrás habían desaparecido todas las luces.

Abajo el globo, arriba el genoa y a orzar hacia la mansa. Pero no había viento. Viramos para ir hacia Montevideo y soplaban 4 nudos de real con ola en contra. Pasamos lentamente Gorriti y vemos las dos luces rojas del “Manila” y el “Alcornoque” acercándose a toda velocidad a la boca chica para virar la isla. La desesperación fue increíble.

Éramos una “Planta” flotando y avanzando lastimosamente.
Entró un SSW de 10/15 nudos y arrancamos hacia Montevideo.

Por supuesto, a empezar de nuevo como en San Clemente, con el “Manila” y el “Alcornoque” pisándonos los talones.
Escotas abiertas y a toda velocidad a la marca. No nos separábamos de los contrincantes.
Vimos unas nubes bajas avanzar desde el SW y entro el verdadero frente; helado. El viento subió un poco. Teníamos 6 capas de ropa en el torso, 3 capas en las piernas, 3 capas en la cabeza y 4 capas en los pies. Igual el frío se sentía.
Al través de Isla de Flores miro para atrás y veo las luces un poco mas lejos, me pongo contento.
Amanecimos el sábado pasando La Panela y de borde apretado a la marca “Dársena”. El viento empezó a negarse y a aflojar. Pensé “Que suerte, es nuestra condición contra ellos”.
A medida que transcurría el tiempo iban desapareciendo en el horizonte.
El borde ya no daba a la marca, daba a Punta Pavón. Soplaban 8 nudos reales del W. 
Seguimos hacia la costa Uruguaya a fondo buscando el NW pronosticado.
Por suerte atrás no veíamos a nadie, ni con los largavistas.
En un momento nos surgió la duda mortal, viramos? El otro borde acercaba más, pero la estrategia planificada era ir a la costa oriental y los pronósticos se iban cumpliendo.

Viramos a unos 200 mts. de la playa a la altura de arroyo Rosario, el borde daba 250°. Le dije a Juan “Viste que no da a la marca!”
Pero de repente el viento se empezó a prestar 270°, 280°, 300°. Íbamos sobrando la marca, sin olas, sin corriente en contra y paralelos a la costa Uruguaya!!!! La velocidad era de 6,50 nudos y el VMG de 6,50 nudos!!!!
Pasamos Sauce, Artilleros, Riachuelo y Colonia a toda velocidad. El viento fue aumentando y negándose, pero podíamos mantener el rumbo a la marca.

El cruce del río fue molesto por la ola corta y empinada, estábamos sobre potenciados con el genoa y la mayor a tope, pero no podíamos arriesgarnos ni perder el tiempo en maniobras, lo importante era llegar a la marca lo más rápido.

Domingo 01:46 AM, top de llegada!!

Juan y Yo nos abrazamos, estábamos felices por haber dado la vuelta, además no podíamos creer que hubiésemos tardado 61horas y 46 minutos, solamente 1 hora del record del Matrero con un barco de 34 pies!!!!
Nos fuimos a dormir contentísimos. A la mañana fui a averiguar los tiempos de llegada a la oficina de vela, sacamos los cálculos y comprobamos que estábamos ganando!
La alegría fue total. Tanto esfuerzo antes y durante de la Regata dieron sus frutos.

Estas son algunas vivencias y conclusiones que sacamos y creemos reflejan algunas cosas que les pasan a muchas tripulaciones en este tipo de Regatas:


Recorrimos más de 800 Km por el río y por el mar, pusimos a prueba nuestros límites.


Arriesgando en los bordes y siguiendo la estrategia, trabajamos en equipo, hicimos solo 7 cambios de velas porque el viento se mantuvo muy parejo.

Sabíamos que cada equivocación nos costaría distancia preciosa a nuestros perseguidores que nos venían ganando en tiempo corregido.

Disfrutamos de momentos sencillos donde cada alegría se exacerba.

Poniendo el 100% de cada uno. Es increíble como limpiás tu mente para dejarla pensando en un único objetivo: llegar lo más rápido posible a la meta. El pasado no importa, que hayamos perdido tiempo con errores ya pasó y ahora estamos en este momento haciendo lo mejor que podamos hasta cruzar la línea vertical blanca de Dársena.

Cuando uno se encuentra solo en cubierta pasan cosas extrañas como ver sombras, escuchar voces, dormir con un solo ojo, o con los dos entre ola y ola. Los sentidos se agudizan.

Nosotros tenemos la suerte de ser ingenieros y compañeros de universidad por lo que todos los cálculos matemáticos no requerían de mayores explicaciones, ángulos, componentes de velocidad, rumbos, posiciones relativas, etc. Utilizábamos la pínula para ver la distancia relativa a otros barcos. Las últimas 9 horas, hasta llegar, no teníamos idea de donde estaba la flota.

Esta aventura en un pequeño legado que dejan las tripulaciones que participan. Es ideal para hacerla con alguien que estimes mucho, que pienses primero en tu compañero que en vos mismo, alguien que cubra tus debilidades, donde sobran las explicaciones. Para quedarme sentado, viendo como una vela está mal ajustada, me quedo en casa acariciando al perro frente al hogar.

El material humano es lo más importante, el espíritu de equipo es fundamental. Lo material queda supeditado a lo humano.

La tenacidad del equipo es puesta a prueba constantemente, los caracteres de las dos personas se complementan permanentemente, si uno se bajonea el otro lo alienta y viceversa.

La prueba es que en San Clemente y en Punta del Este comenzamos la Regata de nuevo.

Un agradecimiento para todos Ustedes LOS PARTICIPANTES, gracias por haber hecho el esfuerzo de preparase y correr. Fue un honor y un privilegio haber competido contra todos ustedes. 
También gracias al Yacht Club Argentino y a HMH por la organización impecable.

Ya empezamos a prepararnos para la próxima Regata de largo aliento, la “Vuelta a Gorriti” el próximo viernes 9 de octubre. 
Repitamos esta maravillosa flota para esa Regata.

Mariano Delgui - Juan Filipich


“ NICO” ARG-4627


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