DONDE ESTA?

LA PINO DAPARENTI 2010

UNA REGATA DE UN SOLO TIEMPO

Por Alita Wexler



Viernes 17 de setiembre, 18,15 hs.

Apoltronada ya en mi cama, descansando del último día agitado de una agitada semana, tratando de ponerme al día con las novedades en mi correo electrónico, foros náuticos, noticias legales y demás cuestiones de “sumo interés” que no requieren de gran despliegue neuronal ni de otro movimiento que el de los dedos, suena mi celular.

Era Alejandro Jeanne, mi querido y joven amigo y compañero de varias regatas ya.

Ale: Qué hacés mañana?

Ali: Nada

Ale: Querés correr la Pino en el Gaviota?

Ali: Siiiiii ¡!!!!!!!!!

Ale: Hay dos opciones, o te venís ahora para el CNQ a llevar el barco a Nuñez con nosotros y ya nos quedamos todos en el barco, o te venís mañana tempranito a Nuñez.


A las 21 hs. estaba abordo del Gaviota, H20 que integra la competitiva flota del Náutico Quilmes capitaneado por el entusiasta Raúl Vainberg que en el corto tiempo que lleva navegando ha pasado muchas millas bajo la quilla de su barquito.

Entre los tres llevamos el barquito al Cuba, en una navegación de noche clara y serena, con una brisa sureña que nos pidió que icemos el spi para cumplir mejor su labor. Los muchachos me cedieron el placer de timonear, posiblemente a cambio del mayor placer de hacer nada navegando en la noche lunar.

En menos de tres horas estábamos amarrados en el siempre amigable CUBA, junto a otros barquitos que iban a correr también, y muy cerca del que iba a ser nuestro rival y nuestra pesadilla.


El sábado 18, alrededor de las 9hs., mal dormidos y mal desayunados, nos pusimos en marcha hacia la línea de largada.

La primera largada sería para las series S, a las 10hs., y la última era para la nuestra, la F, junto con la E, a las 10,25hs.

Con puntualidad absoluta, a las 10,25 largamos en buena posición, con un ESE que no permitía el globo, haciendo fallar todos los pronósticos que habían prometido un NE que auguraba una regata a todo color.

Con escotas abiertas, que cada vez abríamos más, fuimos desgranando millas en el pequeño gran barco, bajo el firme timón de Ale y el fino trimado de Raúl. La que escribe iba tratando de conseguir la escora ideal, trasladando su peso un poco más aquí, un poco más allá (haciendo banda le dicen, yo creo que es un arte, no me voy a achicar), ya que fue una regata de un solo borde salvo la pierna final. Me tocaba también llevar estricto control del rumbo, GPS mediante, y de cada alteración del viento y la velocidad. Y cada tanto hacía alguna tarea en la proa que estuvo tranquila hasta el final ... o casi.

Esta va a ser una regata de lanas, había predicho Ale. Y tuvo razón. Raúl no sacó los ojos de las lanitas de proa ni las manos de las escotas de genoa desde el top de largada hasta el top de llegada ... o casi.

Promediando la regata, el viento se había franqueado a un través con rachas negadas y calmas prestadas, y entró el virus del spi en nuestra sangre. Dará el ángulo para ponerlo? Si lo ponemos y entra, la jornada será nuestra. Si lo ponemos y no entra ...

Es que unos cables a barlovento venía el Compinche a todo galope, y así lo digo porque parecíamos montados en dos pura sangre que echaban espuma por la boca controlándose de reojo y peleando la cancha centímetro a centímetro.

Cualquier error sería fatal. Cualquier acierto sería triunfal.

Y el spi del Gaviota que era nuevo y se había probado sólo con vientos de popa o aleta, así que no conocíamos su rendimiento total.

Hasta que nos animamos y lo izamos en una maniobra impecable, como si la hubiéramos practicado toda la vida.

El globo entró, a pesar del ángulo cerrado, exhibiendo su ductilidad, y la corredera pegó un salto que demostró el acierto de la decisión.

Ave más que nave, volaba el Gaviota encima de las aguas haciendo honor a su nombre, nunca tan bien puesto.

Pero el Compinche subió su globo también.

No lográbamos sacarle un palmo de ventaja y así llegamos a la boya, única marca que había que montar antes de cruzar la línea final, intuyendo que en esa trabuchada nos jugábamos la general.

Montamos la boya y trasluchamos los dos hacheveintes al unísono en lo que fue como un pas de ballet.

La pierna final fue un cabeza a cabeza que Gardel habría querido cantar.

Aprovechando cada ola con el spi, apenas antes de arribar, el Compinche nos mostró la popa y, aunque luchamos hasta el final, un par de esloras marcaron con su dedo inexorable la frente del campeón.

Segundos en la serie, segundos en la clase y terceros en la general fue el resultado para el ligero Gaviota y su tripulación.

El Compinche se llevó las palmas, con un primer puesto en la serie, en la clase y en la general.

Entre ambos, el Cuartito Azul, un Rhea ajeno a nuestra disputa pero que salió segundo en la general.

Felicitaciones a ambos!

Y para el Gaviota también!


Y ahora me tocaría relatar la tarde de camaradería entre patis y choripanes, cervezas y risas, en un club donde los barquitos arribados amarran en apretado abrazo empujándose unos a otros como amigos jugueteando para hacerse un lugar, ocupando hasta el último centímetro cuadrado del espejo de agua del club anfitrión.

Pero no.

A pesar de los más de cien barcos inscriptos, no hubo esta vez colas de ruidosos regatistas esperando su chegusán con su ticket en una mano y la de algún amigo en la otra.

No hubo esta vez un coro de nautas bebiendo y contando cada borneo y cada virada hormigueando a todo lo largo y lo ancho del predio del club.

Los barquitos amarrados entraban holgados en sus improvisadas amarras y sobraba todavía mucho lugar.

Busqué a muchos barcos amigos que habían corrido pero no los encontré. Se habrán vuelto sin entrar?

Comí mi rico chori y una deliciosa bondiolita con mucha cerveza, sentada frente a las parrillas en una de las dos o tres mesas ocupadas mientras buscaba sin éxito a los demás tripulantes de las muchas naves que vimos arribar.


Y ahora me tocaría relatar la fulgurante entrega de premios a que nos tiene acostumbrados el CNQ, y la estupenda fiesta en la que bailamos todos codo con codo gastando las baldosas de la confitería hasta el amanecer.

Pero no.

La entrega de premios de esta regata de cien barcos fue sencilla y corta. El salón de la confitería que siempre está abarrotado de nautas que esperan recibir su premio o aplaudir el de los demás, esta vez lucía una discreta concurrencia que no alcanzaba a llenar ni las mesas habituales del lugar.

No puedo decir si hubo fiesta después, porque no me quedé.

Tampoco se quedaron la mayoría de los que estaban allí.

La nota emotiva me la dio el amigo Jorge Cousillas, del Ojo Náutico, que me sorprendió con un calendario que luce una hermosa foto de mi querido ex barquito, el Alcyon, con Héctor y yo abordo y el gennaker patrio desplegado en impecable trimado. Gracias Jorge, casi me pongo a llorar!


No vi promoción de la regata semanas antes del evento como siempre se hacía.

No vi los anuncios, no recibí ninguna invitación.

Nadie me llamó por teléfono del CNQ para recordarme que me tenía que inscribir.

Nadie me pidió que ayudara a promover la regata en mi blog y en los foros de discusión.

No pudimos este año intercambiar desafíos y promesas de sacarnos chispas para ir palpitando la regata en una previa excitante.

A pesar de eso, la regata sigue convocando nautas con su estropada nomás. Un patrimonio que no se debería desperdiciar.


La Pino, como se la conoce simplemente, es una regata ya tradicional en el río.

No es una regata con dificultad. El espíritu de competencia no se deja en casa, desde ya. Pero más que para competir, esta regata es para juntarse con los amigos. Para recordar a don Pino y con él, a todos los navegantes que se llevó el río o el mar. Una tarde para disfrutar en familia. Una noche para beber y bailar. Para reir con amigos. Para trasnochar. Una jornada náutica de competencia y camaradería. Un encuentro del norte con el sur.

Una regata que nos espera con una cerveza para cada tripulante apenas pasamos la línea de llegada y con música a todo volumen en un club engalanado y feliz de recibirnos allí.

Una manera de recordarnos a los que estamos más al norte de Dársena que hay un hermoso club solidario, acogedor, náutico, más al sur, donde siempre hay una amarra de cortesía disponible para recalar. Es una fiesta del río. Un encuentro de navegantes.


Hace ya unos años que los competidores vienen comentando una gradual decadencia de la regata, un gradiente descendiente en los preparativos y en los festejos. Casi como una falta de interés que genera una falta de ganas de participar.

Este año, directamente fue una regata de un solo tiempo.

No tuvo ni previa ni tercer tiempo.

Este año, la tradicional fiesta náutica de la Pino Daparenti fue una competencia nomás.


9 comentarios:

Mili dijo...

Ali me encanto lo que escribiste! aunque me dio una infinita tristeza! Yo hace años que no corro la regata (todos saben los motivos)Pero no hay año que en este fecha deje una flor en el rio, antes lo hacia desde el barco y ahora de la orilla! Gracias a Dios tube la suerte y el placer de conocer y navegar con Pino!!!

Alita dijo...

Mili querida, es que lo escribí con mucha tristeza. Siempre digo que soy hija adoptiva del CNQ. Es un club que quiero mucho y en el que siempre fui tan bien recibida por todos. Es un club hermoso, bien náutico, con gente amigable y solidaria. Pienso que están pasando por una siesta, lo cual es normal y hasta reparador, pero tal vez ya es hora que despierten y preparen la cena. Si necesitan colaboración, ya saben que aquí hay dos manos, una voz y un humilde lugar de difusión, todo a totaal disposición del club, para devolverle un poco aunque sea de todo lo que siempre me brindó.
Alita

Anónimo dijo...

Sinceramente los eventos estos los realizan los mismos nautas. Jamas alicia te vi colaborando en ninguno de estos eventos.
En ediciones anteriores era costumbre que los instructores del curso de timonel ayudaban en su promocion y realizacion.Y no CORRIAN.
Por otro lado lo que estas haciendo con tu comentario es alentar a que corran menos barcos la proxima edicion.
Me encantaria verte alguna vez en la organizacion de algun evento.

Saludos , Unos de los pocos que siguen colaborando

Anónimo dijo...

Estaria bueno que lo publiques....

la recalada dijo...

Sería bueno que lo firmes.
Pero al margen de eso, igual puedo contestar tu comentario.
Yo no soy socia del club. No es mi función colaborar con los eventos del club.
He participado en la regata y he hecho una crónica de la misma desde mi punto de vista. Si vos pensás que he relatado cosas que no son, que he falseado o equivocado los hechos, yo lo que te pido es que des tu punto de vista sobre cómo fue en realidad la cosa.
Pero no veo que hacerme un reclamo personal sea un camino que conduzca a alguna parte.
Si sos de los pocos que colaboran, entiendo tu enojo. Pero no mates al mensajero.
No estoy de acuerdo con vos. Para mí las regatas y demás eventos las organizan las instituciones, no los socios individualmente.
Las instituciones tienen autoridades que se eligen justamente para cumplir estas funciones. Y que en todo caso son las que deben convocar y organizar a los socios para que colaboren, para que se interesen, para que actúen. Ese es mi punto de vista.
Justamente, sé que el club tiene pocas personas que están colaborando. Es posible que seas una de ellas, por lo cual te felicito sinceramente. Pero te darás cuenta que la actividad solitaria de los socios no es suficiente.
Simplemente quisiera que se te sumen más personas para colaborar, para organizar, para trabajar. Como socia de un club, sé que hay cosas que uno no puede decir públicamente so riesgo de resultar políticamente incorrecto. Esa tal vez sea la razón por la que no firmaste tu mensaje.
Pero yo no soy socia, y en cambio soy amiga del club. Con esa libertad, y con ese cariño, es que levanto una voz que muchos socios comentan por lo bajo.
No es mi nota la que va a desalentar la inscripción en la próxima regata. Estoy intentando hacer un llamado de atención a los socios para poder escribir la crónica de la Borde como el CNQ se merece: contando una de las más importantes fiestas náuticas del calendario rioplantense.
Y si me convocan a colaborar, estoy a disposición.
Te dejo ofrecida la vía privada si deseás continuar la conversación con más libertad. Y en esta vía siempre tendrás espacio para hacerme llegar tus críticas o tu desacuerdo. Mientras te manifiestes con respeto como lo has hecho, siempre serás publicado.
Cordialmente
Alicia Wexler

Anónimo dijo...

Sra Alicia:
que buena descripción hizo de la regata, ojala estuviera usted en nuestras filas!
Es cierto lo de la fiesta, pero tiene sustento. A pesar de haber hecho intensa promoción en las previas, y poner buena música , luces, tragos, - con el coste economico que implica- y haber corrido muchísima cantidad de barcos en las ultimas tres regatas grandes, fue muy poca gente la que se quedó a las mismas.
Por lo tanto decidimos , hasta no contar con mas ayuda de todo tipo, cambiar la dinámica de las mismas (es llamativo que gente que siempre estuvo participando y ayudando en las regatas , hoy se mantuvieron periféricos y críticos y hasta negativos).
Somos pocos, hicimos lo mejor que pudimos. Nos encantaría contar con ayuda de socios –la que nos puedan brindar-, en función del crecimiento del club. Agradezco profundamente sus comentarios, de todo se aprende . Esperemos que la próxima sea mejor!

Cordialmente
Otto Silvestri

la recalada dijo...

Querido Otto, estoy en sus filas! Quiero mucho a tu club, y extrañé los tragos largos de Otto y Rata jajaj.
Te agradezco la explicación de los motivos de los cambios. Sean compartidos o no, lo importante es que han respondido a razones atendibles.
Si mi crónica, con su nota más triste que crítica, sirve para ayudar en la convocatoria que efectuás para bien del club, pues entonces mi deseo se verá cumplido.
Gracias a vos por tu comentario y por haber posibilitado la regata que, vale especialmente resaltarlo, en cuanto a la organización náutica ha estado impecable.
La próxima SERÁ mejor, no lo dudo! En todo hay altibajos.
Un cariño
Alita

Anónimo dijo...

Alita: Somos muy pocos los que estamos en la organización de las regatas, el otro día cuando me iba del club lo hablamos personalmente en la puerta del buffet. La descripción de la regata fue objetiva, la parte de la flota que se volvió no depende de nosotros, yo entre con el Buenos Aires con 1.75 de calado y no toque. En cuanto a la fiesta los motivos te los dió Otto en su comentario.
Tal vez no fue acertada la desición pero fue lo que decidimos entre los pocos que somos.
Te agradezco tu comentario y estamos abiertos a escuchar opiniones y críticas, pero después de haber laburado todo lo que laburamos me queda un gustito amargo.

Martín Sciaini

la recalada dijo...

Martín, Otto, y mi enojado lector anónimo:
Me parece que hay un error aquí. Ustedes han organizado a pulmón esta regata que, reitero, desde el punto de vista náutico me pareció impecable (largada, llegada, recepción y amarra de los barcos visitantes, resultados). Y se están haciendo cargo personalmente de un bulto que no les corresponde. Si la regata se llevó a cabo, fue GRACIAS a ustedes. Si tuvieron que tomar una decisión, las circunstancias habrán impuesto esa decisión, no me caben dudas. Pero desde el punto de vista de una institución, llama la atención que haya tan poca gente trabajando precisamente. Y esto no es algo que deba criticarse justamente a los que están trabajando! Pero a mi juicio, tampoco debe achacarse a los que no trabajan. Como ya dije, en mi humilde opinión, las instituciones tienen órganos, y tienen resortes para hacer funcionar sus recursos, entre ellos el humano.
Si parte de la flota se volvió, estoy segura que no depende de ustedes (de Martín, de Otto, de H o de B) pero creo que puede tener que ver con la institución. Lo que yo comento se viene hablando desde hace varias versiones de la Pino y la Borde. Se ha comentado con muy mala onda en los foros, se habla en voz baja en el club y en otros clubes, etc. Yo me considero amiga del club, y como tal, decidí decirle las cosas de frente. Mi opinión, por supuesto. Pero es la de muchos. Quilmeños: el espíritu de las gloriosas Pino y Borde se está perdiendo!!!!! Y gracias a los Ottos, Martines y Anónimos que todavía se esfuerzan es que no se han perdido ya. Disculpen la frontalidad, pero la sutileza no es lo mío. En lo que a mí respecta, les agradezco muchísimo que hayan organizado la regata "a pesar de todo". Me gusta correrla. Pero me gustaría, como ya dije, que la crónica de la próxima Borde se tratara del gran encuentro náutico de la costa occidental del Plata.
Y ya que estamos pidiendo deseos, me gustaría ganar la general!
Un gran cariño para ustedes y para el CNQ
Alita