De opiniones radicales y argumentos apasionados, Héctor “el Gallego” Campos es ya una tradición en la náutica rioplatense. Un currículum que acumula títulos y campeonatos define a este navegante multifacético que abarca desde el atleta olímpico de los años ’70 hasta el Comodoro del Club Náutico Quilmes de comienzo de este milenio. El infaltable coro de efusivos “Eh, Campitos!” que se escuchan desde todos los cópits al paso de su nave da cuenta del respeto y el cariño que su estilo definido y frontal ha sabido cosechar.
La Recalada: Qué es un club náutico?
Héctor Campos: Es un lugar que agrupa gente con el mismo gusto, el mismo estilo de vida y unidos por un deporte común que es el yachting en sus distintas formas, de competición o de crucero.
LR: Qué prioridades debe tener un club náutico?HC: Lo prioritario no es lo material sino el fin, para qué queremos un club náutico, y en base a ese fin se procuran los recursos materiales y humanos para lograrlo. Todo tiene que estar dirigido a lograr ese fin.
Para cumplir con el fin de este deporte se necesita gente idónea. Gente mayor que aporte experiencia con el empuje de la gente joven, como dirigentes en los puestos más altos y también en las distintas comisiones y subcomisiones.
La prioridad es fomentar sobre todas las cosas el yachting en los más chicos, el semillero. Porque si no hay semillero, yo estoy navegando en un club, tengo 64 años, dejo de navegar en 10 años y llega un momento que todos terminamos de navegar y se acaba el club como institución náutica y terminamos todos jugando a la baraja. Hay que formar chicos que continúen la actividad y que luego ocupen los puestos directivos. Para mantener y engrandecer el club, y seguramente las futuras generaciones lo harán cada vez mejor, porque así como todas las cosas de la vida evolucionan, el yachting también, y sin duda los chicos serán los precursores de esa evolución, los que sabrán llevarla adelante y concretarla. Fundamentalmente, es mi total y rotunda opinión en cualquier actividad deportiva, ver chicos es ver vida. En nuestro deporte con toda razón.
Sin dejar de lado el yachting de crucero, mi prioridad sería también fomentar el yachting competitivo. Por un lado es mi gusto, porque me gusta correr regatas. Pero también el hecho de fomentar las regatas lleva a tener mejores instalaciones por necesidad. Mejor varadero, mejor servicio de pluma, mejores elementos para apuntalar los barcos en el varadero, infraestructura para sacar los palos, palera, mínimo taller para poder hacer reparaciones en los barcos. Y seguramente en un club que tenga bastantes socios con actividad competitiva, a través de sus comentarios vamos a poder mejorar las maniobras de todos los barcos aunque sean de crucero. Hay una transmisión directa, personal de las formas de optimizar el barco que son siempre más eficaces que un catálogo. A través de las competencias, sobre todo si las organiza nuestro club, se realizan grandes eventos sociales que reúnen personas que hablan el mismo idioma.
Para cumplir con el fin de este deporte se necesita gente idónea. Gente mayor que aporte experiencia con el empuje de la gente joven, como dirigentes en los puestos más altos y también en las distintas comisiones y subcomisiones.
La prioridad es fomentar sobre todas las cosas el yachting en los más chicos, el semillero. Porque si no hay semillero, yo estoy navegando en un club, tengo 64 años, dejo de navegar en 10 años y llega un momento que todos terminamos de navegar y se acaba el club como institución náutica y terminamos todos jugando a la baraja. Hay que formar chicos que continúen la actividad y que luego ocupen los puestos directivos. Para mantener y engrandecer el club, y seguramente las futuras generaciones lo harán cada vez mejor, porque así como todas las cosas de la vida evolucionan, el yachting también, y sin duda los chicos serán los precursores de esa evolución, los que sabrán llevarla adelante y concretarla. Fundamentalmente, es mi total y rotunda opinión en cualquier actividad deportiva, ver chicos es ver vida. En nuestro deporte con toda razón.
Sin dejar de lado el yachting de crucero, mi prioridad sería también fomentar el yachting competitivo. Por un lado es mi gusto, porque me gusta correr regatas. Pero también el hecho de fomentar las regatas lleva a tener mejores instalaciones por necesidad. Mejor varadero, mejor servicio de pluma, mejores elementos para apuntalar los barcos en el varadero, infraestructura para sacar los palos, palera, mínimo taller para poder hacer reparaciones en los barcos. Y seguramente en un club que tenga bastantes socios con actividad competitiva, a través de sus comentarios vamos a poder mejorar las maniobras de todos los barcos aunque sean de crucero. Hay una transmisión directa, personal de las formas de optimizar el barco que son siempre más eficaces que un catálogo. A través de las competencias, sobre todo si las organiza nuestro club, se realizan grandes eventos sociales que reúnen personas que hablan el mismo idioma.
LR: Que diferencia hay entre un club y una marina.
HC: Cuando yo empecé a navegar no habían marinas, yo estoy contaminado de club náutico, y así será mi respuesta. Una marina generalmente no tiene vida social, no suelen tener infraestructura náutica. Creo que tienen como ventaja que son entidades neutras, sin actividad política y por lo tanto, sin los avatares de dicha actividad. Pero yo en lo personal me siento más respaldado en un club náutico. En la marina soy un número. En el club habría una solidaridad implícita. En un club el socio pertenece y el club le pertenece al socio. Uno puede participar en la formación del club, tener opinión y tratar de lograr el club que uno quiere. En la marina, uno simplemente paga un servicio y lo utiliza. Uno en un club ayuda a formar el movimiento de ese club, su infraestructura. Uno al club puede representarlo competitivamente. Los clubes tienen escuelas y por lo tanto tienen embarcaciones que los socios pueden utilizar. Hay muchas diferencias, pero creo que es fundamental que el club tiene como ya dije un fin náutico, de fomento de la actividad en todas sus formas, mientras que la marina tiene un fin lucrativo a través de la prestación de un servicio náutico exclusivamente.
LR: Qué esperás de los dirigentes de un club náutico?
HC: Que sean honestos, que tengan capacidad para el puesto que van a ocupar en esa comisión directiva y tiempo para dedicarle a la función.
LR: Qué es lo que suele fallar en los dirigentes de los clubes?
HC: Generalmente cuando una CD comienza su período todos empiezan con gran entusiasmo. Pero con el tiempo, algunos lo van perdiendo. Entonces, aquellos que le dedican tiempo y pasión y sacrificio y tienen condiciones naturales, son reconocidos por los demás, la gente los resalta. Esas personas generalmente empiezan a molestarle a los demás miembros que no hacen nada, o que tienen menos protagonismo, especialmente a los inoperantes que se la pasan criticando. Se suele decir que el que verdaderamente trabaja en una CD le produce sombra a los demás. Otra cosa que falla suele ser el abuso de poder. También suele suceder que los dirigentes del club que deben dar ejemplo y velar porque se cumplan los estatutos son los primeros que no lo cumplen. Pasan por encima de ellos y los dejan de lado con tal de lograr sus fines, aunque sea un buen fin, pero esto no debería existir.
LR: Cómo definís a ese dirigente que trabaja para el club?
HC: El dirigente que trabaja para el club es aquel que propone ideas, que las consensúa con sus pares, que colabora en la concreción de los proyectos. En general, la persona que sólo quiere figurar es la que habla mucho y hace poco, la que está siempre criticando, está siempre apareciendo en los eventos para que lo vean, pero colabora poco o nada en la concreción de esos eventos. Está también el que se corta solo, que no respeta las decisiones tomadas en CD, que desautoriza a los demás, que hace prevalecer su opinión frente a las decisiones de la CD. Tanto este como el que no trabaja son nocivos para un club.
LR: Cuál es la función del Comodoro en un club?
HC: Hay clubes en los que la autoridad máxima es el presidente, y el comodoro es un puesto dentro de la CD. Hay otros en que la autoridad máxima es el Comodoro. En cualquier caso el Comodoro tiene por supuesto las funciones que establece el reglamento del club. Pero sin perjuicio del reglamento, la función del Comodoro es velar porque todas las actividades náuticas sean realizadas de la mejor forma posible dentro del club, impulsar y fomentar el yachting dentro de esa institución, implementando los medios necesarios para ello. Dirigir a las personas a su cargo dentro de la institución. Hacer y mantener los contactos con instituciones oficiales y particulares de la náutica, especialmente, Prefectura y demás clubes náuticos. Propiciar que toda la actividad siempre se rija por los reglamentos internos del club, los reglamentos de regata y demás normas que correspondan, que toda la actividad esté avalada por la normativa aplicable. Es fundamental que el Comodoro cumpla a rajatable con la ley. Fomentar los cursos de náutica para niños y adultos. Procurar que el club tenga las embarcaciones y elementos en perfecto estado de mantenimiento para esos cursos, que el personal de instrucción sea idóneo tanto en lo teórico como en lo práctico. Fomentar que se practique dentro de la institución la actividad deportiva competitiva, las regatas. Fomentar por sobre todas las cosas las clases olímpicas, internacionales y nacionales, en ese orden, si estuviera dentro de las posibilidades del club. Eso significa que si el club tiene barcos de clase olímpica hará regatas internas de esos barcos, pero también va a fomentar que los socios del club vayan a correr a otros clubes o participen en campeonatos de esas clases.
LR: Cómo hace el Comodoro para llevar adelante todas estas tareas que describiste?
HC: Primero, no quedándose solo en su cargo. Y segundo, creando una Comoduría o una comisión o subcomisión de náutica poderosa, integrada por toda gente que navega, gente que corre regatas y gente de distintas edades dado que ingresando gente muy joven vamos a estar formando los futuros dirigentes del club. Según mi opinión, para que un Comodoro sea eficiente y pueda realizar su compromiso, tiene que formar subcomisiones dentro del área náutica. Subcomisión de varadero por ejemplo. Una que generalmente los clubes chicos no le dan importancia pero yo considero fundamental es una buena subcomisión de relaciones. A través de ella entre las tantas cosas que un club puede obtener son sponsors y perfecta relación con las demás instituciones. Subcomisión de protestas. Subcomisión de mantenimiento de los barcos de la institución. Subcomisión encargada de las escuelas de náutica. Y todas las que hagan falta para que el club funcione bien.
LR: Cuáles son los incentivos para que una persona ocupe un puesto directivo?
HC: Primero es que tiene sentimientos, quiere a su club, tiene la bandera de su club. Luego, si hay cosas que no le gustan en el club o que cree que se pueden mejorar, ese es otro incentivo para que quiera comprometerse a trabajar para lograr mejoras o cambios. Hay clubes que todavía se están haciendo y se están haciendo a pulmón a medida que los recursos materiales le permiten ir creciendo. Hay dirigentes que se sienten con la capacidad de llevar a cabo determinada obra necesaria en el crecimiento del club: dragado, escollera, poner una pluma mejor, lo que sea. Y eso los motiva. Otros dirigentes pueden tener incentivos espurios, pero de eso mejor no hablemos.
LR: Siendo Comodoro del CNQ, cómo armaste tu equipo?
HC: Básicamente convocándolos. Convoqué a mis amigos más capaces, todos honestos, para ocupar los cargos de subcomisión, contando con que tuvieran tiempo para dedicarse. Se reunió un grupo de gente que trabajó mucho y promovió muchas actividades. Esto fue creando un círculo virtuoso que daba cada vez más ganas de seguir haciendo cosas. Se veían los resultados, los buenos resultados, había gran apoyo de la CD, y esto generó una estropada benéfica. Por qué busqué amigos, justamente porque busqué gente que compartiera mi visión sobre el club, que más allá de las diferencias de opinión en muchas cosas, compartiéramos la imagen de club que deseábamos tener, lo que queríamos del club. Había mucha gente joven llena de ganas de trabajar por el club. Estaban muy motivados y formamos un equipo que trabajó mucho, que logró mucho y que tuvo gran satisfacción. De ese grupo, muchos de los jóvenes que fueron miembros de subcomisiones pasaron a formar parte de la CD de los períodos siguientes. Surgieron muchos dirigentes como Pablo Maseira, Juan Knight, Agustín Belocchio, Silvina Otado, Norberto Davicino.
LR: Qué papel juegan las relaciones públicas dentro de un club?
HC: Fundamental. Con buenas campañas publicitarias se suelen atraer socios, pero para mí la manera más eficaz de atraer nuevos socios es mostrar el club tal cual es, lograr que la gente se acerque a conocerlo. Organizar regatas en las que participe gente que no es del club, y que terminen en el club con grandes fiestas, donde los regatistas puedan conocer el club, su gente, sus marineros, sus amarras, sus instalaciones, su buena onda, eso siempre deja nuevos socios entusiastas del club. Estas regatas organizadas con esta finalidad forman parte de las relaciones públicas de un club, además de ser parte de la actividad deportiva. Es muy importante también un buen manejo de relaciones públicas con las autoridades, municipios, policía, y prefectura por supuesto. Fomentar las buenas relaciones con las autoridades, tener presencia ante las mismas. Nunca hay que olvidar el consejo del viejo Vizcacha: “Hacete amigo del juez ...”. No es con una intención ventajera, sino para contar con las instituciones oficiales para seguridad y respaldo del club. Y en cuanto a la prefectura ... bueno, hablamos el mismo idioma, el del agua, el de las naves. Es fundamental tener una relación activa con Prefectura. Y luego están los demás clubes. Para mí es muy importante la buena relación con los clubes fundamentalmente por una cuestión de respeto recíproco. Por ejemplo, en la formación del fixture de regatas, la buena relación entre clubes es imprescindible para logarlo. Es importante la solidaridad entre clubes en lugar de la competencia. Las situaciones de reciprocidad entre clubes en cortesía y apoyo de los socios que están en otro club y más aún, en otras costas. Todo lo que el club pueda hacer para estar bien relacionado es un beneficio para sus socios. Las instituciones más de una vez se prestan ayuda facilitando embarcaciones de apoyo en regatas, o facilitándose dragas, o haciendo convenios para el uso de instalaciones.
LR: Cómo se atraen socios?HC: Si el club necesita una mayor masa societaria, tengo que atraer gente. Cómo lo hago? Tengo que vender el mejor producto: que el club esté elegante, confortable, que tenga todas las instalaciones necesarias y en buen funcionamiento, que desarrolle todas las actividades que hacen a un club, que se vea una CD fomentando un club próspero, con actividad deportiva y con actividades sociales afines al deporte. Generando situaciones o actividades que permitan mostrar el club, como lo que ya comenté de las regatas. Y es fundamental mostrar un club que no esté dividido, que la gente no esté peleada. Que pueda haber diversidad de ideas y opiniones pero que haya mancomunión de intereses. Que haya buena onda. Esto se percibe y atrae gente.
LR: Cómo se incentiva a los socios a participar activamente en el club?
HC: Es parte de lo que comentamos en el punto anterior. Y la otra parte es prender la mechita. Organizar actividades donde la gente se pueda divertir. Regatas sencillas y divertidas con un buen tercer tiempo, que a la gente le dé ganas de participar, de compartir. Invitando a los socios a actividades sociales, un gran asado por ejemplo, para que la gente se conozca y comparta buenos momentos. Hay muchas maneras. Sólo hay que implementarlas.
LR: Qué resaltarías y qué criticarías hoy de la generalidad de los clubes náuticos?
HC: Resalto o critico de los dirigentes de turno, no de los clubes. Para mí un club tiene que tener vida. Qué es vida: regatas, cruceros, escuelas, barcos que suben y bajan en las plumas, barcos en los varaderos, CD que apoyen ese movimiento de gente y de barcos en todas sus formas. Pienso que hay muchos clubes con poca vida en el sentido que le doy al término. Algunos por desidiosos, otros por dirigentes malintencionados que quieren trabajar poco y limitan la actividad del club, y otros que tienen poca vida por su propia idiosincrasia, que funcionan tal vez como suertes de guarderías pero con poca actividad institucional, que no fomentan el deporte, la actividad familiar, el semillero. Eso lo critico. Como contrapartida, hay otros que explotan de vida náutica, que fomentan las escuelas, la náutica infantil y juvenil, que mejoran las instalaciones, que trabajan, que promueven la actividad familiar de distintas formas. Eso lo resalto. Y otra cosa que resalto de muchos clubes náuticos hoy día es que se reúnen para realizar convocatorias multitudinarias de barcos de todos tipos en campeonatos que resultan verdaderas fiestas náuticas, eso me llena de emoción. También resalto que hoy día hay clubes que están posibilitando y fomentando la participación de argentinos en competencias internacionales de altísimo nivel, y con excelentes resultados. Esas actitudes de los clubes son un gran impulso para este deporte y yo los aplaudo calurosamente.
LR: Cuándo creés que un dirigente puede considerarse satisfecho de su gestión?
HC: Yo creo que el dirigente que logra que los socios se sientan orgullosos de representar al club y de lucir su escudo en el pecho y su gallardete en el stay puede estar satisfecho de su gestión.
Finalmente, Campitos responderá el CUN
(Cuestionario Universal Náutico de La Recalada)
LR: Cómo fue tu "primera vez"?
HC: Mi viejo tenía un motorsailer en el que salíamos a navegar desde siempre, pero me llevaban, no considero esa experiencia mi primera vez. Este barco tenía un chinchorrito de madera al cual yo le hice una velita cuadra con una sábana blanca vieja, que la insertaba en la bancada de proa y timoneando con un remo desde el espejo, navegaba escasos 50 mt. desde la entrada del club hasta el puente. Bajaba la velita y remaba nuevamente hasta la salida del canal, para volver a vela hacia adentro, siempre que los vientos me lo permitieran por supuesto. Esa fue mi primera experiencia navegando solo, por mi cuenta. Tendría entonces unos 8 años y esa es la que siento como mi primera vez. Tiempo después, a medida que fui creciendo, fui logrando colarme como tripulante en alguna regata de la clase Quilmes. Y más adelante también tripulaba barcos de la clase Snipe, flota que en su momento fue la más grande de Sudamérica.
LR: Te mareás cuando navegás?HC: Sólo cuando bebo mucho... No, jamás.
LR: Sentís miedo cuando navegás?
HC: Sí, alguna vez he sentido miedo. Por qué negarlo.
LR: Sos capaz de relajarte cuando el barco está a cargo de otra persona?
HC: No siempre. Depende de quién quede a cargo del barco. Pero actualmente, como elijo mucho con quién navego, la respuesta sería que sí.
LR: Cómo elegís la compañía para navegar?HC: Si es una navegación larga, busco que sea buena persona, que sepa compartir en un espacio reducido, que sepa navegar, que hayan pasado algunas millas bajo sus pies. Si es una navegación corta, específicamente una regata corta, es distinto, priorizo el conocimiento, la experiencia, pero fundamentalmente que le guste lo que estamos haciendo.
LR: Qué consejo le querés dar a los nautas que te están leyendo?HC: Que naveguen, que naveguen y que naveguen. Sin miedo pero con respeto. Abriendo los oídos a los que saben.
LR: Qué deseo tenés para los nautas que hoy navegan nuestro Río?HC: Que naveguen muchas singladuras cada vez con más devoción, siempre con seguridad, y que sigan arrimando gente a este deporte.
13 comentarios:
Hola Héctor Campos, hola la Recalada, leí con mucho gusto el reportaje, fue fácil puedo decir, ya que pude estar de acuerdo con todo lo que sabiamente está expresado. Aparte de sentir latir el corazón de un verdadero dirigente, felicitaciones a la Dirección es todo un manual del Dirigente, para quien se postule.
Un saludo a todos.
HWB.-
Hugo, muchas gracias por tus palabras que me honran. Hoy no soy dirigente, simplemente soy un socio más, navego y corro en Grumete, pero siempre llevo en la frente mi mejor deseo para mi club. Un saludo cordial
Héctor
Hola, me gusto el reportaje, me parecio brillante la descripcion de los distintos integrantes de las comisiones, hay mucho ego y poco trabajo dando vueltas por ahi (sin contar algunas uñas largas tambien), les mando un abrazo.
Como estas HECTOR, HECTOR con mayúsculas vos sabes por que.
Me pareció muy bueno, claro tan claro y que con tan poco llevado a la practica podríamos tener clubes tan distintos. Rescato como prioridad uno Honestidad, Capacidad y ganas de trabajar por el común de los socios.
Espero que mis consultas no te joroben gracias.
Muy buena la nota a Campos. Muy cierto lo que dice de cómo va decreciendo el ímpetu en las CD de los clubes y nunca mas valida que en estos días la frase del Viejo Vizcacha.
Daniel García
Héctor buenísimo.
El contenido del reportaje les puede ayudar a muchos a modificar el rumbo.
También saber adonde pueden llegar.
Cuanto bien se le puede hacer a los socios –a la gente- desde una Comisión Directiva.
Un abrazo.
Osvaldo Pickel
Oso: Gracias por tu comentario. Efectivamente, hay mucho de todo eso que vos decís. Y de las uñas largas no hablamos porque no trajimos el alicate ...
Pero veamos también lo que hay de lo otro, de esos dirigentes que también describe Héctor, que quieren trabajar, cumplir con el reglamento, consensuar y en definitiva engrandecer el club. Con aciertos y errores, esos son los dirigientes que tenemos que apoyar. Y hay clubes que tienen varios de esos y los resultados saltan a la vista! Un beso grande
Alita
Rasthy: Gracias por comentar. Acá también escribimos HECTOR. Y consultalo nomás, que se aguante por saber tanto! jajaj
Un saludo
Alita
Dani: gracias por hacer llegar tu comentario. Un cariño
Alita
Osvaldito, apareció tu comentario que estaba perdido. Gracias por escribir! Ojalá que los dirigentes de los clubes tengan este espíritu y estas ganas, verdad? Y este amor por la náutica y por el club.
Un cariño grande
"Alibcia"
creo que lo unico que agregaria a este excelente reportaje es que el buen dirigente de un club tiene que saber acercar a los socios a trabajar junto con la comision directiva. He visto en muchos clubes ya sea nauticos o de otros deportes que los socios no colaboran en absoluto con la dirigencia del club y eso lleva a los clubes al fracaso
De acuerdo Saltenio, totalmente. La convocatoria y la participación son una buena parte de la vida de un club.
Hola, quería desearle a Héctor Campos que tenga un excelente día de cumpleaños.
José Blanco, patrón del Colibrí 24 "Yacamar"
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