DONDE ESTA?

SAN CLEMENTE 1990 - por Darío Tuzzi


Aporte de Hugo Barzola

REVISTA A TODA VELA

Apuntes de Darío A. Tuzzi durante la disputa de la re­gata por la Fórmula FIC, realizada en octubre de 1990.


LA DERROTA A SAN CLEMENTE

El puerto de San Clemente, como tantos otros lugares de nuestro ex­tenso litoral marítimo, es un sitio prácticamente desconocido, cuan­do no temido, por la mayor parte de los nautas del Río de la Plata.

Que cuando se hable de San Cle­mente se hable de sitio inaccesible, de peligrosos bancos, de probables varaduras y de una pavorosa bahía, es cosa frecuente entre los habitantes de las amarras de los Clubes de la Ribera cada vez que se refieren a lares tan distantes del va­so de ginebra que se entibia sobre la mesa.

Pero si bien es cierto que los ban­cos existen, y que no siempre la ma­rea ayuda, también es cierto que San Clemente es un puerto tan accesible como cualquier otro del que se dispongan las cartas náuticas y un conocimiento adecuado del lu­gar.

Si uno se imagina la agreste belleza del arroyo San Clemente, o la im­pactante inmensidad de la Bahía de Samborombón en la que es fre­cuente agua salada y límpida con­forme nos vayamos adentrando en la bahía.

Si uno piensa en la cor­dial hospitalidad de los moradores de la Tapera de López, en las ex­cursiones hasta General Lavalle navegando la Ría de Ajo, y en las salidas al mar frente a San Clemen­te; bien valen las 160 millas que el trayecto demanda.

Es así que la Asociación de Pe­queños Veleros del Atlántico Sur programó y llevó a cabo con feliz término dos regatas, hasta la fecha, de Olivos a San Clemente, para veleros sin limitación de eslo­ra, en busca de desmitificar a este puerto de las habladurías de los na­vegantes del Pajarito, tan comunes siempre que se hable de cualquier puerto al sur de Buenos Aires.


DERROTA A SAN CLEMENTE

Para todos San Clemente del Tuyú es una de las playas más reconocidas de nuestro litoral Atlántico, y tal vez para muchos haya sido con sus blancas playas una opción para las clásicas vacaciones de Verano, pero seguramente muy pocos se habrán imaginado navegando su embarcación por estas costas.

San Clemente es entonces una buena posibilidad para estas vaca­ciones, que permite combinar tradicionales días de playa con navegadas por nuestra costa marítima, así como excursiones por arroyos cercanos, conformando un programa que seguro satisfacerá a todo el grupo familiar.

También es valorado como puerto de alternativa para recalar durante singladuras más largas como por ejemplo a Mar del Plata, sobre to­do en caso de tormentas.

La Tapera de López es el asenta­miento del Club Náutico de San Clemente y está distante aproximadamente quince kilómetros de la ciudad propiamente dicha. El Club Náutico cuenta con muelle, una dársena con amarras para una respetable cantidad de embarca­ciones, así cono también con una pluma.

Volviendo al punto de inicio de la derrota ésta es suficientemente conocida hasta el puerto de La Plata, del que la rada con sus buques fondeados son una excelente referencia.

Antes de proseguir mencionaremos la conveniencia de proveerse de las cartas náuticas H 115, H116, H 117, H 159, y el Derrotero parte 1.


También debemos saber que Prefectura Naval exige para despachar a San Clemente el carnet habilitante como Patrón de Yate, y el Certificado de elementos para Río de La Plata exterior de su embarcación.

Retornando a la derrota, una vez superada la rada del puerto de La Plata, caeremos para seguir nave­gando paralelamente a la costa dejando al través la baliza de Punta Atalaya, de la que es bien visible un muelle grande en caso de nave­gación diurna. (ver cartografía A).

Debemos apuntar que esta costa es uniformemente baja y sin puntos notables. Luego de alcanzada Ata­laya se puede caer hasta el Rv 142°, rumbo con el que navegare­mos hasta Punta Piedras, dejando también por el través a Punta In­dio. El faro de Punta Piedras posee luz blanca a destellos cada 9 seg., una altura de 45 mt y un alcan­ce de 15 millas.

Una vez alcanzado este faro, se comienza a penetrar en la Bahía de Samborombón, con la precaución de darle un respeto de 5 millas a Punta Piedras. En este punto puede optarse por dos derrotas distintas para el cruce de la bahía y el acceso a San Clemente:

1) Por ''adentro' de la Bahía, para acceder a San Clemente por el sector oeste.

2) Por "afuera" de la Bahía, para acceder por el sector este montando la enfilación del faro San Antonio.

1) Para llevar esta derrota, en Pta. Piedras se debe hacer rumbo a la baliza del Río Ajó, Rv 173°, para poder acceder a San Clemente por el oeste dejando claros todos los bancos al este, Bancos del Tuyú y del Cabo (ver cartografía 13).

Continuando con esta derrota se observará la baliza Río Ajó que posee luz blanca a destellos cada 3 segundos; de noche puede observarse el resplandor de la ciudad de Gral. Lavalle en el horizonte. Se debe seguir a este rumbo (Rv 173o) hasta marcar el Faro San Antonio a Mv = 1100, a partir de lo cual se debe montar este rumbo (Rv = 110º) haciendo una derrota hacia Punta Rasa del Cabo San Antonio, quedando al sur la baliza del Río Ajó (ver cartografía C). El faro San Antonio tiene luz blan­ca a grupo de destellos (3) cada 30 seg., una altura de 63 mt, y un al­cance de 26 millas.

2) Para acceder por el sector este se cruzará la Bahía de Samborom­bón con Rv 160°, tirado a partir de Punta Piedras (recordar respeto mínimo de 5 millas), hasta montar la enfilación que maca la carta (Rv – 210º.) (ver cartografía 13).

Esta enfilación se da entre el Faro San Antonio y la baliza de Enfilación que tiene luz blanca a des­tellos cada 3,5 seg. con un alcance de 6 millas.

Se debe continuar en el Rv 201° hasta 2,3 millas de la baliza de Enfilación. posición que coincide con la marcación Mv — 220° a la baliza Toledo de Punta Rasa, la que tiene luz verde con destellos cada 5,5 seg. y un alcance de 5 millas (ver cartografía C).

Una vez marcada la baliza Toledo a Mv = 220° debe, para dejar claro el Banco San Agustín, hacerse rumbo Rv = 245° durante 2,7 millas hasta marcar la baliza Toledo a Mv = 130°. Aquí montar Rv 150" para acceder al Arroyo San Clemente.

Al acceder por este sector debe te­nerse en cuenta la velocidad de la corriente que es significativa, sobre todo en el caso de bajante.


FIN DE LA DERROTA.

ACCESO AL CLUB NAUTICO DE SAN CLEMENTE

Tanto haya sido por el sector este o por el oeste, habremos accedido a la ría del arroyo San Clemente, zona de buen fondeadero, que en las cartas náuticas se indica con media ancla, y cuyo fondo es de limo y arena, por lo que tampoco hay nin­gún riesgo en caso de varadura. El frontón del Cabo da reparo de los vientos del S., SE., y E. Los vientos de otros cuadrantes no ofrecen peligro dada la poca profundidad que atenta contra la formación de marejada.

En este sitio hay agua siempre, aún en bajamar, y es donde se debe fondear para esperar la marea y entrar al Club Náutico.

Para acceder debe dejarse la baliza de San Clemente por estribor, ésta tiene luz roja que destella cada 5 seg.. El, Rv = 165° es el rumbo aproximado de acceso, y se lo puede montar a partir de enfilar la baliza San Clemente con una hile­ra de Palos, que son los que utilizan los pescadores para marcar el acceso.

Una vez superada la baliza debe hacerse rumbo a las construcciones del club, del que también se verá claramente el muelle.

En este punto el canal se ensancha y el fondo es de limo muy blando por lo cual es probable que la ecosonda no dé un buen registro. En el extremo del muelle hay profundidad, excepto al O. Se puede fonde­ar frente al muelle o acceder a la dársena que se encuentra al lado de la Tapera.


II REGATA OLIVOS- SAN CLEMENTE

Es justo señalar con caracteres destacados el rol que la Regata Olivos San Clemente ha tenido, comen­zando a popularizar este puerto entre el ambiente náutico.

El pasado 12 de octubre se llevó a cabo la 2ª. edición de esta Regata que para barcos de la Fórmula FIC, series A hasta la E, organiza la Asociación de Pequeños Veleros del Atlántico Sur conjuntamente con la Asociación de Pesca y Náutica San Clemente, y que con­tará como en su anterior edición con el auspicio de la Subsecretaría de Depones de la Nación, la Armada Argentina, y los Municipios de la Costa, de Gral. Lavalle y de Vicente López; además de sumar el inestimable apoyo de nuestra Prefectura Naval.


UN POCO DE HISTORIA: EL LIBRO DE LA TAPERA

Cuando años atrás Roberto Cella arribaba a San Clemente con su co­nocido "Lobizón", portaba entre sus manos un libro foliado del que escribiera sus primeras páginas y que quedaría como receptor del testimonio de los barcos que reca­laran en la Tapera de López

Así es como van apareciendo a intervalos más o menos regulares de tiempo recuerdos de veleros bien conocidos: el "Mariana Leticia" del negro Tony López, el “Pata­gón" de Javier Brizuela, que toca­ra este puerto en alguna de sus singladuras hacia nuestro sur, y nuevamente el "Lobizón'', entre otros barcos que fondearon en la ría.

Cuenta la historia que algún bufe­tero decidió llevarse este libro como recuerdo a su casa, y que el mismo fue rescatado por el Club de San Clemente todo, para que vuelva a ocupar su rol testificando de los barcos que navegasen por es­tos lares.

Pero lo más significativo fue que a partir de las regatas Olivos-San Clemente las páginas del ''Libro de la Tapera." se vieron engrosadas por los testimonios de decenas de barcos, varios de los cuales han regresado al puerto de San Cle­mente del Tuyú.


II REGATA DE OLIVOS A SAN CLEMENTE CON SPI

Como bien apuntaba Gerardo No­voa, el patrón del Rubí, yate gana­dor de esta IIa. edición: "una rega­ta sin spi no es una regata". Y pre­cisamente esto fue lo que ocurrió a partir de que 26 de los 28 inscrip­tos cruzaran la línea imaginaria de largada a las 19 hs. del 12 de oc­tubre, luego de haber superado los problemas que una pronunciada bajante acarreó a buena parte de la flota.

El fresco viento del N-NE de unos 13 nudos de promedio, inflaba los spinnakers en esas millas iniciales que continuarían en una magnífica noche, de esas que invitan al placer de la navegación, y en la que las correderas acusaron máximos de 9 nudos.

La ronda de radio de la mañana ubicó a la flota, que a un excelente promedio de entre 6 y 7 nudos, se situaba desde las inmediaciones de Pta. Piedras para los 4 punteros (Mecanau, Génesis, Silacel III, Su­surro) hasta la altura de Atalaya para los rnás rezagados.

Cerca del mediodía los barcos pun­teros sobrepasaron Pta. Piedras, comenzando el cruce de la Bahía de Samborombón, en un hermoso día soleado con viento regular del E-NE que impulsaba a los barcos, escotas abiertas y spinnakers mediante, a una velocidad de entre 5 y 6 nudos.

El cruce de la Bahía perfiló 2 estra­tegias: por un lado la de los 4 punteros que cruzaron la bahía por afuera para entrar por el sector este; y por el otro los que encabe­zados por el Rubí hicieron rumbo a la baliza de la Ría de Ajó.

A las 20.38 del sábado 13 se produjo el arribo del Mecanau, quien luego de 25 hs. 38 minutos de nave­gación se hizo acreedor de la cinta azul. Tras él, arribaron el resto de los participantes en un desfile incesante de barcos que se prolongó hasta las 04.40 de la madrugada del domingo, hora de arribo del benjamín de la flota, el pequeño "Clouds", un Trotter Int. del Barrancas.

A las 7 hs, junto con la plea, los barcos penetraron en la famosa Tapera siendo recibidos cordial­mente por Guillermo Perez Bodria, Martín Pachiani, Isidro, y toda la gente del Náutico San Cle­mente.

A la hora de los cálculos se llevó el triunfo el Rubí de Gerardo Novoa en excelente actuación, secundado por el no menos veloz ''Makai'' de Ricardo Minuet con Roberto Cella al timón, quedando el "Mecanau" de Luis Miluet con el 3er. puesto en la General.

Durante la noche se llevó a cabo la entrega de premios a los ganadores así como de los recordatorios a las tripulantes femeninas, tripulantes menores, barcos de madera, etc., en una multitudinaria fiesta que contó con la presencia de autoridades comunales; fiesta que muchas tripulaciones prolongaron en la ciudad en las celebraciones de la Fiesta Nacional de la Corvina.

Durante la Estadía en San Clemen­te las tripulaciones gozaron de múltiples actividades: visitas a Mundo Marino, excursiones al Faro San Antonio, salidas al triar con tripulaciones del Club Náutico local, festejos de la celebración de la Fiesta Nacional de la Corvina Ne­gra, y un crucero a Gral. Lavalle, subiendo la ría, donde las tripuletas fueron recibidas con un asado por las autoridades locales.

A la hora de la despedida, después de haber recibido todo tipo de atenciones por parle de la gente del Club Náutico y de la comunidad de San Clemente toda, va nuestro agradecimiento a ellos así como a la Prefectura especialmente al guardacosta de Gral. Lavalle quien realizó todas las operaciones de ploteo y apoyo necesarias durante el acceso de los barcos a San Cle­mente, finalizando esta regata que promete convertirse en un clásico, y que sirve a su finalidad más irn­portante cual es la de navegar nuestras extensas costas argentinas, en la seguridad que volvere­mos en 1991 cuando se cumpla la 3ª. edición.

Darío A. Tuzzi

Piloto de Yate N° 13.486.644


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