DONDE ESTA?

BUSQUEDA DE CADENAS

HISTORIAS DE VIDA Y TRABAJO ...
en Tierra del Fuego


Por Hugo W. Barzola


Entre las tantas anécdotas de nuestro paso por Tierra del Fuego, durante nuestro trabajo de buceo por cuenta de Techint, en al año 1973, cuento ahora una en la que me tocó el protagonismo principal...! Nuestra base de trabajo era el Buque de Transporte de Tanques (BDT) " Cabo San Bartolomé" que Techint había adquirido la Marina y transformado en buque de trabajo.

Esto ocurrió después del temporal que barrió el trabajo realizado, debiendo cortar todos los cabos de amarre que sostenían al buque contra el tiro de la cañería submarina que instalábamos y cuya construcción se realizaba en tierra, en la playa. Esto fue necesario para poder sobrevivir a la furia de la tempestad que se desencadenó imprevistamente con vientos increíbles que arbolaron en poco tiempo un mar del mayor puntaje náutico.

Las consecuencias de su paso fue tener que cortar todas esas amarras, las que quedaron desparramadas bajo el mar ya que el barco con todos sus anclajes garreó, poniéndolo en peligro así como todo el tendido realizado, más lo existente...

Como verán esto es una narración lineal, apenas informativa, pero para ponerlos mejor en situación, es necesario recalcar todas las veces que sea necesario la importancia del fenómeno en la acción y los planes de los hombres.

Todo significaba una hecatombe, millones de pesos invertidos en planeamiento, construcción y acción de cientos de hombres, especializados cada uno en los diversos trabajos. Toda esta anécdota será objeto de otro capítulo donde detallaremos en profundidad el mismo, pero ahora vamos a referirnos a una sola pequeña anécdota, que como dije me tuvo como protagonista exclusivo.

Se trataba de realizar la tarea de engrilletar una enorme cadena, localizada después del siniestro y la cual era parte del sistema de fondeo de una de las enormes anclas de 35 ton. (sí.., 35 ton.), teníamos dos, que se habían construido en el muelle de Pto. Rosales y eran el principal soporte del barco, contra el tiro, que estaba fondeado paralelo a la playa de la Bahía San Sebastián a cinco kilómetros de la costa. Claro..., habiendo buzos, qué mejor tarea para que ellos la realizaran...

Sí...es fácil decirlo, imaginen uds. resolver ese rompecabezas lanzado en el fondo del mar..., un mar sin visibilidad, con una niebla de arcilla que cortaba la luz a los dos metros de profundidad...!

Nuestro trabajo original era mucho más sencillo y hasta el momento lo habíamos desempeñado con idoneidad, primero revisamos la topografía submarina, luego intervenimos a la orden de acuerdo al avance del trabajo, la cañería se armaba en la playa y desde el buque se la arrastraba hacia el mar, de esta forma había que cubrir 5 km. de cañería coaxial, pues constaba de dos caños con una inyección de cemento armado en su entremedio.

Al finalizar el recorrido teníamos la principal intervención al completar una serie de maniobras en el Plen, que es el terminal de esa cañería y había que atornillarle una manguera, que con orinque y boyarín emergía, donde luego era tomada por un embarcación de apoyo y alcanzada al buque que cargaba el producto. La profundidad de trabajo oscilaba entre los 20 y los 30 m. y en el caso de esa cadena, habíamos logrado localizarla después de varias inmersiones recorriendo en búsqueda el fondo del mar.

Ese día, siguiendo los turnos que nos habíamos impuesto, éramos un equipo de tres buzos, por lo general uno bajaba, el otro quedaba de apoyo y el tercero descansaba. En ese momento me tocaba a mí, ya habían pasado unos días después de la tormenta, el mar se había ido aquietando, tanto que el día señalado amaneció soleado, como un mar de aceite, pero eso sí, con una pronunciada ola de mar de fondo.

Vaya aquí una digresión que ilustra al que no conoce que la ola de mar de fondo es muy suave en superficie, pero que en el fondo del mar a la inversa de lo que es común, cuando en la superficie hay oleaje, los buzos se sumergen y gozan de una mayor tranquilidad, en este caso la onda de ola se siente en el fondo, que era aún el remanente de la tormenta, el tema era fácil de percibir en la escala de profundidad que hay tanto en proa como en popa de la embarcación, marcaba como unos 3 m. de diferencia la ola con una continuidad cada 100 m.

La maniobra consistía en colocar un grillete desde un cabo de acero de 1" con su guardacabo y la cadena localizada que tenía eslabones de 50 cm. con contrete, entonces desde el barco con el cabirón de popa (malacate) se izaría el conjunto para lograr llevar la gran cadena a bordo.

El trabajo se realizaba prácticamente a la pendura de la popa del barco, con nuestra lancha de trabajo en el mar, desde allí yo tenía que descender con el grillete y el cabo por el orinque que con un boyarín señalaba el lugar donde teníamos marcado la cadena.

He dicho que se presentaba un día luminoso, espectacular pero recordemos que estábamos al borde del invierno y el frío se hacía sentir en forma lo mismo, lo bueno eran lo soleado y tranquilo del día. Recuerdo que tuve que repetir la maniobra por que el primer grillete, pese a que son revisados y hasta engrasados para que rosquen perfectamente, en el primero algo falló y no pude asegurarlo, por lo tanto hubo que colocar otro algo más fino que teníamos preparado.

Había enganchado el cuerpo principal del grillete y estaba por colocar el tornillo, cuando sucedió algo que no estaba en ningún plan. Para la tarea yo me había montado sobre la cadena, para afirmarme y procedía a engarzar el tornillo entre los dos ojos del grillete, creo que no había alcanzado a enroscarlo cuando se sintió una sorda explosión en el mar que me invadió todos los sentidos y por un momento me sentí como transportado hacia la nada en esa irrealidad que puede tener un mar oscuro sin visibilidad y desde una profundidad de unos 18/20 m.

Una pregunta que me hago, tratando de rememorar hoy y no tengo respuesta ni recuerdo si en aquel momento la hubo, fue a donde fue a parar el cabo de vida que debía tener enlazado en la muñeca y que nos sirve para comunicarnos con el ayudante de superficie. La cuestión es que después de un viaje impensado hacia la nada empecé a reaccionar y pataleé buscando ir hacia la superficie, eso empezó a funcionar y pronto comencé a ver resplandor y en unos momentos emergí a la superficie.

Lo notable era que estaba como a 100 m. o más metros del barco y todavía no entendía qué era lo que había pasado, me esforcé en hacer señales para hacerme notar y la lancha de apoyo una vez que me divisó se puso en marcha hacia donde me hallaba.

Nos encontramos..., todas eran preguntas mías y de ellos, yo por qué había pasado, ellos si me encontraba bien..!!, la explicación que pude luego apreciarla con mis propios ojos al ir llegando hacia el barco, parecía sencilla pero...

Ocurre que como he señalado este barco había sido reciclado por la empresa para realizar trabajos marítimos, en consecuencia entre las modificaciones en la popa del mismo, que contaba con un gran malacate, posiblemente para izar el ancla de popa, en el caso que así se fondeara también con ella. Esa popa había sufrido algunas transformaciones, en las barandas de la misma y los mismos escobenes, que son los agujeros reforzados por donde pasa la cadena del ancla.

La cuestión es que parece que los mismos habían sido recolocados de su estructura original, y en el momento del tiro, al estar en máxima tensión, ocurre una onda de mar que potencia esa tensión hasta tal forma que los elementos metálicos como el escobén y algunos soportes de la baranda fueron barridos por la tensión que se originó.

El resultado fue que la enorme cadena donde me encontraba montado, recibió un impulso tipo latigazo, provocando un chicotazo que me impulsó en forma tipo flecha o catapulta.

Así va otra descripción lineal..., el tema es pensar un poco mas allá y pensar qué grande puede ser la gracia divina..., imaginen lo que hubiera pasado si yo en vez de estar montado sobre esa cadena me hubiera encontrado al costado de la misma.., da escalofríos pensar que pasaría cuando la cadena volviera en retorno, creo que sería un flagelo que no hubiera soportado...

Casi no tengo recuerdos de que se hubieran hecho muchos comentarios en torno a la tripulación de un barco así, donde las características del trabajo hicieron varios recambios entre la tripulación, y no solamente por haber sufrido accidentes, sino por el estrés agregado a una confinación embarcado de casi 50 personas sin bajar a tierra por varios meses y abocados a un trabajo ahora incentivado por lo ocurrido.

La misión ahora se había convertido, de un trabajo programado, a una saga de supervivencia con el único objetivo de salvar el mismo y completar la tarea. De este trabajo hay varias anécdotas que iré salvando oportunamente y que tienen el valor de haber sido vividas en un momento que no fueron muchos los que se animaron a figurar en la licitación que para el trabajo realizó la empresa. Mi hipótesis, luego tal vez confirmada, se refería a un solo argumento: el Mar Argentino Austral...!!

Hugo W. Barzola – Bahía Blanca

Buzo profesional PNA



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Este es el buque en cuestión: el Cabo San Bartolomé.

A la vista la popa de marras, con un mar llano pero sin onda de mar de fondo.


5 comentarios:

Horacio dijo...

Que buen relato!!
Consulta Don Hugo, que traje y equipo usaba para esa zona?
Saludos!!

hugow dijo...

Hola Neo..., gracias por tu participación, por que conocés esa zona en especial.
En ese momento llegamos a utilizar lo mas moderno en equipos que nos pudo proporcionar nuestro mercado (Nicoletti). Eran trajes secos, modelo Cressi y algún Unisuit, suecos, que en el momento eran la última palabra. Los que se ven en la película de Cousteau, cuando va a la Antártida, esos que se pueden inflar que pareces un orangutan.
En esa zona tuvimos que trabajar nada menos que 6 meses, por un trabajo que iba a durar 2, entonces tuvimos que trabajar en pleno invierno, vimos congelarse el mar en la costa, unos pack de hielo como cubitos en 100 a 200 m. a lo ancho de la misma, claro que con el mar tranquilo(a -2°).
Voy a ver como puedo colocar alguna foto, si puede ser aquí o en algun foro, o en otro artículo.

Un abrazo.

HWB.-

Horacio dijo...

Gracias Don Hugo, justamente la consulta fue por la zona donde tuvo que actuar, por la bajisima temperatura del agua y por las condiciones naturales de la zona(un lugar de m...bah, jaja)
Un saludo

hugow dijo...

Horacio..., pasame tu mail y te paso unas fotos...
Como bien decís a veces puede que digas "quien me mandó a estar aquí", pero como toda la Patagonia, tiene en otros momentos una belleza y grandiosidad que te enamora.
Un abrazo.

HWB.-

Horacio dijo...

Le paso mail:
horaciosaboldelli@yahoo.com.ar
tecninaval@gmail.com

Saludos!